El espíritu 'hippie' regresa al desierto

Unas 2.600 personas llegadas de 45 países diferentes participan hasta el domingo en el XIV Festival Nowhere, en la sierra de Jubierre, donde prima la libertad y la cooperación.

David, Enric y Ana, poco después de despertarse ayer en el barrio llamdo Pan Tumaca.
El espíritu 'hippie' regresa al desierto
PATRICIA PUÉRTOLAS

Son las 10.00 en el desierto de Los Monegros. En mitad de la nada, han creado una efímera comunidad, a la que dan vida unas 2.600 personas, llegadas de 45 países diferentes. A esta hora, la mayoría duerme, algunos se resisten a acostarse y el resto comienza a despertar.

El asentamiento tiene forma de estrella y en cada una de las puntas, ha sido establecido un barrio o núcleo de convivencia. En total, hay 40, todos autosuficientes y activos, cumpliendo con los principios del festival Nowhere, que alcanza ya su 14ª edición.

La actividad tiene un marcado carácter ‘hippie’, en el que prima la libertad, la cooperación y la dadivosidad. De hecho, el dinero carece de utilidad y nadie puede ser un mero espectador. Aquí todos deben contribuir. Para ello, es posible formar parte de los grupos de logística o limpieza o, por ejemplo, llevar a cabo actividades abiertas al resto de participantes, lo que permite configurar una amplia programación, en la que figuran actuaciones musicales, charlas o talleres de pintura, yoga, teatro o sexualidad. Gonzague Milis, de Bélgica, ofrece clases de running. El joven fue ayer uno de los primeros en despertarse y, junto a un reducido grupo de inscritos, comenzar la jornada recorriendo casi 30 kilómetros. Aquí pretende "desconectar". "Tengo una vida muy estresante y busco tranquilidad", explicó el joven, que trabaja como economista.

Abstraerse de la vida cotidiana y así "encontrar espacio para conversar, convivir o simplemente, expresarte con absoluta libertad, es decir, sin ser juzgado" también es el objetivo de otras de las inscritas, Graciela Martín, de Venezuela, que trabaja como periodista. A ello ayuda el lugar, único y singular, situado en la sierra de Jubierre (Castejón de Monegros), muy lejos de cualquier núcleo de población. En esta edición, el número de inscritos ha crecido en 500 personas y por ello, han tenido que desplazarse a una explanada mayor. Para realizar sus compras, los inscritos suelen desplazarse hasta Sariñena, donde el impacto económico es importante.

Desde su origen, Nowhere busca ser la versión europea del Burning Man, que tiene lugar en el desierto americano de Nevada, y por ello, otorga gran importancia a la creación de propuestas artísticas. Esta vez hay 25 construcciones diferentes, desde un órgano de grandes dimensiones hasta una singular estructura de madera creada por universitarios catalanes. De allí, proceden la mayoría de los integrantes del barrio Pan Tumaca, entre ellos, David, Ana y Enric, "encantados" con la filosofía del festival. "Nos gusta estar aquí y formar parte de esta gran comunidad. Todos aportamos", explican, alabando "el respeto y educación" de los inscritos. En su mayoría, personas formadas, con buen nivel adquisitivo y una media de 35 años.

Por la noche, la calma matinal da paso a la música, las luces de neón, el fuego y las risas. Hasta el próximo domingo, sus habitantes seguirán disfrutando y tras su marcha, no quedará ni rastro, cumpliendo otro de sus principios, el cuidado del entorno.

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