Las restricciones anunciadas en el salto de Bierge no convence a los empresarios. A las críticas lanzadas desde la Asociación de Empresas de Turismo Deportivo de Aragón hace unos días, al entender que restringe la actividad de los barranquistas, se sumaron ayer los recelos de las empresas de la sierra de Guara sobre la aplicación práctica del plan acordado por el Gobierno de Aragón, la Comarca del Somontano y el Ayuntamiento de Bierge, que prevé el vallado de la zona, la limitación del aforo a 250 personas y el cobro de 2 euros.

La Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara lamentó que después de años de reuniones para encontrar una fórmula que frene la masificación del salto, se hayan tomado una serie de medidas sin contar con ellos, pese a estar directamente afectados por la situación. "Ni siquiera hemos visto aún el estudio", señaló la presidenta, Laura Ventura. El documento, aseguró, ha sido redactado por la empresa pública Sarga y avalado únicamente por las administraciones.

Cuestionan la aplicación práctica del plan, como el vallado, "algo muy difícil en un entorno natural". La presidenta cree que la ordenanza, actualmente a exposición pública y a la que ya han anunciado que presentarán alegaciones, puede afectar más "negativamente" a empresas de la zona, como las de descenso de barrancos, que solucionar las visitas verdaderamente problemáticas, las de cientos de personas que se desplazan en autobús, incluso desde Barcelona, con sombrillas y mesas de campin. "Estos pueden llegar a ir a otras zonas del Parque, trasladando el problema que se quería erradicar. Si hay gente que hace un viaje de más de 3 horas desde Barcelona y no puede entrar, no se dará la vuelta", declaró Ventura.

Reunión el 15 de junio

Los empresarios han sido convocados a una reunión en la comarca el 15 de junio en la que esperan aclarar sus numerosas dudas. Entre ellas, si los vecinos de los pueblos del entorno o los turistas alojados en los hoteles de Guara tendrán facilidades de acceso. "Las personas que vienen de fuera con autobuses y no dejan dinero en la zona, entrarán si llegan antes, mientras que los vecinos y los clientes se quedan fuera", comentó Laura Ventura. También se preguntó si los barranquistas tendrán que salir antes en el río para no pagar. El barranco de la Peonera concluye en este punto. Hay días que bajan hasta 1.000 personas, pagando 50 euros por descenso a las empresas de guías. Tampoco se sabe si existe la posibilidad de hacer reservas ‘on line’ o si solo entrarán los que lleguen primero.

La presidenta de la asociación de empresarios criticó la precipitación, ya que se quiere poner en marcha a principios de julio, sin posibilidad de difundir la regulación. En su opinión, se ha ido a resolver un problema de masificación, con consecuencias incluso de orden público, en lugar de lanzar un plan de aprovechamiento como recurso turístico que haga hincapié en la necesidad de conservar este entorno natural.