El aeropuerto toca fondo pero Aena mantiene una previsión de 11.130 pasajeros para 2035

El aeródromo Huesca-Pirineos cumple 10 años con mínimos históricos de tráfico comercial. La Sociedad Estatal revisa el Plan Director de la instalación con cálculos optimistas a largo plazo.

La caída sigue en picado. El aeropuerto Huesca-Pirineos no ha registrado pasajeros en los dos primeros meses de 2017. El año pasado sumó 95 viajeros, un 60% menos que el anterior (242). El descenso se registra sin remisión desde 2011, cuando la compañía Pyrenair dejó las instalaciones y desaparecieron las rutas que se operaban durante la temporada de invierno. Las cifras están a años luz de las que se plantearon hace ahora diez años, cuando empezaron los vuelos en el cuestionado aeródromo, que tiene el dudoso honor de destacar por su escaso tráfico y ocupar desde 2014 el último puesto de la red aeroportuaria española.

Aún así, el aeropuerto, que inauguró sus vuelos comerciales el 14 de abril de 2007, sigue considerándose como de interés general, bajo el control de la entidad pública empresarial Aena. La sociedad estatal que gestiona los aeropuertos de interés general de España) ha sometido a revisión el Plan Director de esta infraestructura, donde se prevé que en 2035 se alcancen los 11.130 pasajeros en el más optimista de los escenarios y contando todos los movimientos en el aeródromo.

La cifra es inferior a los 12.000 viajeros que Pyrenair se marcó como objetivo para el primer año, porque el Huesca-Pirineos no consigue despegar. De momento, la única actividad, salvo algún vuelo privado, es la de la escuela de pilotos Airways Aviation, que a través de su filial Atlantic Flight Training se instaló en el aeropuerto a mediados del año 2014 y que forma a alumnos de Oriente Medio y Reino Unido. Hasta el pasado mes de diciembre había preparado a 45 y en el primer semestre de 2017 recibirá a otros 50 de manera que en cinco años se alcance la cifra de 400.

La escuela de pilotos

La llegada de esta escuela es importante, como en su momento lo fue la de Top Fly, una compañía que en 2006 logró la homologación del Gobierno chino para la instrucción de futuros pilotos de aerolíneas comerciales de ese país. Fijó su sede en el aeropuerto, pero cesó sus actividades también en 2011. Dos años después, el club de vuelo a vela Nimbus, que operó en el aeródromo desde su apertura, trasladó su actividad al de Santa Cilia. A la falta de pasajeros se sumó el descenso de las operaciones OCT (otras clases de tráfico).

La presencia de Airways Aviation y al uso de las instalaciones por el helicóptero de rescate de la Guardia Civil conllevaron que en 2016 se registraran en el aeropuerto un total de 4.684 operaciones, un 77,9% más que el año anterior. La cifra de pasajeros, en cambio, sufrió un drástico descenso del 60,7% respecto a 2015.

El panorama es desalentador y aunque ninguna compañía se ha interesado por reanudar las rutas de temporada invernal a corto plazo, Aena espera que estas se puedan restablecer en un espacio de tiempo no muy largo. Además, ve factible que se repitan los vuelos charter operados por Air Europa u otra compañía en verano a destinos de la costa, como los de 2012 y 2013 a Mallorca. También considera la posibilidad de conseguir alguna conexión regular desde el aeropuerto, como la ruta a Madrid-Barajas. La hipótesis más optimista calcula 7.900 pasajeros nacionales en 2035.

El plan director contempla incluso que a medio o largo plazo se recuperen algunas de las conexiones que compañías como Monarch o Thomsom Airlines ofertaron con el Reino Unido durante las temporadas de invierno mediante vuelos charter con Londres. Eran viajes de esquiadores organizados por Pyrenair. Con esta oferta se captarían otros 2.600 pasajeros dentro de 18 años. A estos se sumarían los 600 que contabilizarían como OCT por la escuela de formación actual y los de otras que podrían instalarse en Huesca en ese mismo horizonte.

Este uso es la opción más factible, en opinión del alcalde de Huesca, Luis Felipe: "El aeropuerto está ahí, es una infraestructura construida y financiada en su momento por el Estado, a la que hay que dotar de contenido". Según dice, como hicieron en su día otros aeropuertos próximos, el de Huesca tiene que "encontrar su hecho diferencial". "Hoy por hoy, una línea con visos de futuro importantes es la formación de pilotos, por lo que la instalación de la academia de personal de aerolíneas Airways Aviation viene a sacar rendimiento a sus instalaciones y a rentabilizar la inversión pública que se hizo en su día", apostilla. Esta fue de 40 millones de euros.

El grupo de trabajo

Hace algo más de cinco años, las instituciones aragonesas y representantes del mundo empresarial constituyeron un grupo de trabajo para tratar de encontrar soluciones a la falta de actividad del aeródromo. Se reunieron una sola vez. Hoy, parecen entender que el futuro de la instalación no está en sus manos. Desde el Gobierno de Aragón consideran que es necesario que esta infraestructura se ponga en valor y para eso se confía en que tanto el Ministerio como Aena puedan llevar a cabo iniciativas de desarrollo ya sea "con el impulso del aeropuerto como espacio para la formación de pilotos como con otras medidas que se puedan desarrollar".

Mientras, el aeropuerto de Huesca afronta unos gastos de explotación anuales de 3,6 millones de euros de los cuales, el 20% corresponde a personal.

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