Las estaciones de fondo reivindican su espacio dentro del sector de la nieve

Las estaciones de esquí de fondo reclamaron ayer la ayuda de las administraciones para dar un impulso a un sector de la nieve cada día más en auge, como prueba el crecimiento del número de usuarios, un 15% el último ejercicio. Representantes de la Asociación de Espacios Nórdicos y ayuntamientos se reunieron en la Diputación Provincial de Huesca para trazar un plan de actuación conjunto. En Aragón existen nueve (más que estaciones de alpino): ocho en la provincia de Huesca (Lizara, Linza, Oza-Gabardito, Panticosa, Llanos del Hospital, Fanlo, Pineta y Candanchú-Le Somport) y una en Teruel (La Muela). En total, 138 kilómetros de pistas, que reciben cada temporada 35.000 visitas.

Sin embargo, no todas están abiertas. Las de Fanlo, gestionadas por el ayuntamiento, llevan varios años sin estar operativas por el elevado coste de la limpieza de los accesos en invierno. En el caso de Bielsa, fue el propio municipio el que tomó la iniciativa y decidió estrenarlas esta temporada.

La reunión permitió poner en común las inquietudes de las empresas privadas y de los ayuntamientos, propietarios del suelo. "Queremos dar el salto, tenemos proyectos para llevar a cabo y necesitamos su ayuda", declaró Mario García, presidente de la asociación sectorial, quien dijo que hay un sector de público, en crecimiento, que busca "la otra nieve": esquí de fondo, esquí de montaña, raquetas ("un auténtico boom") o el ‘back country’ (fuera de pistas).

Los empresarios pretenden que los ayuntamientos sean el nexo de unión para buscar la implicación de otras administraciones (Gobierno de Aragón, Diputación de Huesca y comarcas). Se ha diseñado un plan de dinamización para consolidar los servicios básicos (maquinaria, acogida, alquileres...), "pero no necesitamos grandes inversiones". Uno de los problemas es la limpieza de los accesos o la necesidad de medios materiales como máquinas pisapistas, pero la prioridad pasa por la aprobación de un marco normativo para que los ayuntamientos puedan sacar las concesiones a largo plazo. La regulación implicaría a distintos departamentos, desde el de Turismo hasta el de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, ya que la mayoría están en Espacios Naturales Protegidos.

"En una estación de alpino te cobran por subir, no por bajar, pero nosotros no tenemos remontes. No se trata tanto de cobrar sino de regular. Si pisamos una zona para esquiar y viene alguien, pasa andando y lo estropea...", explicó Mario García, quien dijo que el objetivo es cubrir los gastos más que hacer negocio.

Además, las estaciones de fondo cumplen una función de vertebración del territorio. La mayoría están en localidades sin pistas de esquí alpino y constituyen la única opción de actividades en la nieve. Es lo que ocurre en las de Pineta y Fanlo o las de Lizara y Linza. En el primer caso, al no haber un gestor privado, el Ayuntamiento de Bielsa decidió tomar la iniciativa y pisar las pistas. "Nos dimos cuenta de que un espacio nórdico, bien atendido, es un motor dinamizador de cualquier valle del Pirineo sin pistas de alpino. Tiene un gran potencial, porque permite realizar muchas actividades, y es un buen balón de oxígeno", declaró el alcalde de Bielsa, Miguel Noguero, ya que alrededor viven otros negocios, como hoteles, restaurantes o gasolineras.

El alcalde de Hecho insistió en que estos municipios cierran los servicios turísticos en invierno, y los espacios nórdicos serían "un complemento para atraer gente". En ningún caso, aclaró Luis Gutiérrez, "hablamos de crear grandes infraestructuras ni urbanizaciones", pues recordó que se ubican en Espacios Naturales Protegidos.