Dos pequeños pueblos unidos por sus catedrales

Roda de Isábena firma hoy su hermanamiento con Saint Bertrand de Comminges (Francia), con quien comparte historia por una vía que las unía por la cordillera.

Catedral románica de San Vicente mártir de Roda de Isábena.
Roda de Isábena, el corazón de mosén Lemiñana
Javier Blasco/Heraldo

Roda de Isábena y Saint Bertrand de Comminges (Francia) son dos poblaciones situadas a ambos lados del Pirineo con vidas paralelas, que históricamente han estado relacionadas, y que este sábado certifican un hermanamiento que confirma el que mantienen sus dos catedrales desde 1999, alentado por el entonces párroco de Roda, José María Lemiñana.


Una delegación de sesenta residentes en la localidad francesa llegarán hoy a la antigua sede episcopal del condado de Ribagorza para hacer efectivo el hermanamiento, recuperando una comunicación fluida que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Como fundaciones romanas con una vía que las unía a través del Pirineo primero, posteriormente como cabezas de obispado en la Alta Edad Media y luego como sedes de importantes capítulos religiosos, el trasiego de personas, ideas y mercancías entre ambas poblaciones fue constante a lo largo de la historia.


Las imponentes moles catedralicias que coronan sus respectivos cascos urbanos dan testimonio de la pasada grandeza de estas dos sedes de dos episcopados vecinos separados por los Pirineos y reducidas ambas en la actualidad a pequeños lugares de menos de cien habitantes. La antigua seo de San Vicente de Roda, uno de los mejores ejemplos del románico aragonés, tiene una perfecta correspondencia en la de Santa María de Saint Bertrand, levantada a partir de 1170 en estilo románico lombardo y profundamente reformada en un sobrio gótico que refuerza la sensación de baluarte defensivo de su fábrica. Las dos catedrales son el estandarte arquitectónico, religioso y social de unas poblaciones que parecen detenidas en el tiempo por su urbanismo medieval perfectamente preservado. La basílica de San Justo de Valcabrère tiene su contrapunto ribagorzano en el monasterio de Obarra.


Con tanto en común, el hermanamiento entre Roda y Saint Bertrand era inevitable y se certificará hoy en una jornada que se iniciará a las 10.30 con la llegada de los vecinos de Comminges. Visitarán el curiosísimo ‘Museo Tierra, Mar y Aire’, que atesora una impresionante colección de maquetas de barcos y aviones, y se dirigirán luego a la catedral de San Vicente, donde a las 12.00 está prevista la celebración de un concierto de órgano a cargo de la organista titular del Santuario de Torreciudad, Maite Aranzabal. La Rondalla Francisco Parra, de Graus, tomará el relevo con un recital de jotas antes del almuezo de hermandad. A las 16.00, los ediles firmarán el hermanamiento y después visitarán Obarra.

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