Atascos en algunas carreteras del Pirineo por el aluvión de turistas

Si la temporada estival en el Pirineo va camino de alcanzar cifras históricas de visitantes, el puente festivo de la Virgen ha batido todos los récords. La masiva presencia de turistas, favorecida por el buen tiempo, ha tenido, sin embargo, efectos no deseados, con atascos en carreteras y colapsos de aparcamientos.

Es el caso de Aínsa, donde el pasado sábado había colas de cuatro kilómetros para entrar desde Morillo de Tou. Sin embargo, el Ayuntamiento cree que se podría haber evitado si el Ministerio de Fomento hubiera atendido las peticiones municipales para dar prioridad en la señalización al flujo de circulación por la carretera autonómica (A-138) antes que por la nacional (N-260), que pese a tener mayor rango registra menos tráfico.

El Ayuntamiento propuso además a los responsables de Fomento en Aragón una posible solución con dos rotondas en el tramo de la N-260 que pasa por la localidad, pero la solución aún no ha llegado. "Este problema supera a nuestro municipio, y tanto carreteras de Aragón como las del Estado tendrían que buscar una solución en el menor plazo de tiempo posible", señaló el consistorio. De lo contrario, teme que el año que viene se seguirán repitiendo "estos lamentables atascos", "repercutiendo muy negativamente en todas las actividades de nuestra comarca, en especial la del turismo".

El alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, reconoce que hay más turistas que cualquier otro año. "Cuanto llegamos al Ayuntamiento le explicamos a Fomento que la carretera que más tráfico soportaba no era la nacional sino la autonómica, donde está ahora el Stop del cruce de Aínsa", explicó. Sin embargo, la N-260 sigue teniendo prioridad, pese a registrar menos tráfico. La localidad siempre ha sufrido atascos de tráfico en verano, admite Pueyo. "Como bajó el turismo se minimizaron, pero ahora, con este volumen de gente, han vuelto".

Aínsa no fue el único lugar donde se produjeron colapsos de tráfico. La masiva afluencia de vehículos a la zona del Hospital de Benasque para acceder al llano de La Besurta, desde donde parten numerosas excursiones por el valle, obligó a cerrar el parquin, con capacidad para 350 vehículos, a las 9.30, un hecho inusual a tan temprana hora. El resto, hasta 500, se desviaron a otro estacionamiento al final de la carretera.

Los autobuses que acceden a tres emplazamientos del interior Parque Natural Posets-Maladeta (Besurta, Vallibierna y Espigantosa) también han ido abarrotados estos días. El servicio, que realiza la compañía Alosa, llevó ayer a La Besurta a más de 1.000 personas, mientras que el conocido como autobús del Aneto, que sale a las 4.30 de Benasque para acercar a los montañeros que quieren hacer la ascensión en el día, ha llenado sus plazas todo el fin de semana.