Huesca reabre 30 expedientes para comprobar la legalidad de las casetas de huertos urbanos

Los permisos de obra están paralizados desde que el Seprona realizó las inspecciones en 2012.

Tres años después de que salieran a la luz las irregularidades urbanísticas de muchas de las casetas de ocio construidas en los alrededores de Huesca pocos propietarios, o puede que ninguno, ha realizado obras para solucionar su situación. El plazo de un año dado por el ayuntamiento para legalizar las edificaciones que no cumplen la norma terminó el 3 de marzo y por ello se han reabierto 30 expedientes incoados en su día a instancia del Seprona de la Guardia Civil y paralizados a la espera de que se contase con una normativa que fijara las características para estas construcciones, lo que se hizo a través de un plan especial. En este tiempo, algo más de 50 propietarios han presentado sus propuestas de obra a los servicios técnicos municipales, pero aún no han obtenido respuesta.


Arturo Pueyo, presidente de la Asociación Huertos Vivos, explica que el Ayuntamiento tiene que dar el visto bueno a las modificaciones que los propietarios plantean para que estos puedan solicitar el permiso de obras. El colectivo se creó tras la operación Domus desarrollada por el Seprona entre marzo y diciembre de 2012 para la "detección y control de prácticas irregulares en materia de urbanismo y ordenación del territorio".


La actuación del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia civil se saldó con más de 300 inspecciones en los alrededores de Huesca, ocho detenidos por presunto delito urbanístico y 98 denuncias por prácticas irregulares. Un total de 15 casos llegaron a la Fiscalía, pero todos han quedado archivados, alguno tras el pago de una multa.Plan especial

A instancias del Seprona, el Ayuntamiento de Huesca abrió varios expedientes para comprobar en cuántos huertos situados en los alrededores de la ciudad y en suelo no urbanizable existen construcciones que pueden funcionar como viviendas. Paralelamente, el área de Urbanismo empezó a redactar un plan especial para dotar de una norma a una realidad existente desde hace décadas.


Su tramitación fue larga y los propietarios realizaron diversas aportaciones y pidieron algunas aclaraciones ante lo que consideraron ambigüedades. Finalmente, quedó claro que el plan no afecta a las edificaciones construidas hace más de 12 años en el entorno de la ermita de Salas. El delito ha prescrito y sus propietarios no están obligados a derribarlas ni a llevar a cabo reformas. Pero tampoco podrán realizar trabajos de mejora. "Están a precario, es decir se puede cambiar una teja pero no el tejado, ya que para eso habría que pedir permiso de obra", indica Pueyo.


Es el camino que han elegido muchas de las personas que construyeron en sus parcelas hace más de una década. Quienes quieran edificar ahora tendrán que seguir el plan especial. "Hay una normativa que permite levantar lo suficiente para estar en el huerto con la familia", comenta Arturo Pueyo. "Ojalá hubiera estado cuando nosotros lo hicimos; existía la costumbre y la seguimos, pero después vinieron los problemas", añade.Hasta 40 metros

El presidente de la Asociación Huertos Vivos es uno de los propietarios que está a la espera de que el ayuntamiento conteste a su propuesta de obras. Su caseta tiene 25 m2 y entra dentro de las limitaciones impuestas por el plan especial (hasta 40 metros), pero la duda está en el depósito de agua construido junto a ella. Presentó su solicitud de adecuación en abril del año pasado.


La Asociación Huertos Vivos está integrada por propietarios de 86 parcelas. Muchos de ellos han contratado a empresas para que midan las dimensiones de sus terrenos y de sus casetas y para proponer soluciones que afecten lo menos posible a lo construido. "Además, es una manera de certificar ante el ayuntamiento lo que hay y en qué condiciones está", apunta Pueyo.

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