Las iglesias del Serrablo se trasladan a las viñetas
La Comarca del Alto Gállego lanza un cómic para promocionar su patrimonio.
Dos niños de 8 y 11 años son los protagonistas del cómic Las iglesias de Serrablo, editado por la Comarca Alto Gállego para promocionar su patrimonio, especialmente entre los más pequeños. La publicación, de 12 páginas, cuenta con los textos de Carlos Serrano y las ilustraciones de Daniel Viñuales. La publicación se repartirá a los escolares a través de las actividades promovidas desde el museo Ángel Orensanz y Artes del Serrablo, y también se podrán adquirir en las librerías.
Se trataba de acercar las iglesias del Serrablo a las nuevas generaciones y elegimos los cómics porque creemos que es un lenguaje más habitual y más cercano para los escolares, explica María Jesús Acín, delegada de Cultura de la Comarca del Alto Gállego. De hecho, el calendario festivo que cada año editan ya estaba dedicado en el 2016 a estas iglesias, por lo que se planteó incidir todavía más en su exhibición.
Y las viñetas de Carlos Serrano y Daniel Viñuales se mostraron como la mejor opción para ello, ya que ya habían realizado un trabajo similar para el Ayuntamiento de Ejea, dentro de su labor como divulgadores culturales. Nuestro objetivo es intentar reflejar el carácter riguroso que supone el tema, pero darle un aire divertido y lúdico que atraiga a los niños, comenta Serrano.
Así, el cómic cuenta el viaje de los dos niños zaragozanos a las orillas del Alto Gállego en compañía de sus abuelos, recorriendo las iglesias del Serrablo. Mezclamos lo cultural de las visitas con otras partes más lúdicas, como un baño en las pozas o comer un helado, para hacerlo más atractivo para los niños, apunta el guionista del cómic.
Para ello, Serrano llevo a cabo una labor de documentación a través de las diferentes publicaciones llevadas a cabo principalmente por Los Amigos del Serrablo, una asociación dedicada a restaurar y conservar el patrimonio de la zona, y que tienen estudios muy detallados sobre todas las iglesias. Además contaba con su propia experiencia, ya que él mismo ha realizado en alguna ocasión con sus hijos el mismo viaje que los niños protagonistas y sus abuelos. Haberlas visitado me permitió tener un conocimiento más o menos básico de estas construcciones tan peculiares, que algunos denominan románicas, otros prerrománicas, pero después encontré muchos documentos dedicados a ellas.
Por ahora no se plantean elaborar otro cómic de este tipo, pues no han recibido petición de ninguna entidad, pero sí que tienen entre manos otros muchos proyectos dedicados a trasladar a los chavales el amor por el patrimonio.
