Crossfit: un método de entrenamiento que gana adeptos

“El objetivo del crossfit no es la musculación ni mucho menos la hipertrofia, sino conseguir desarrollar al máximo las capacidades de cada uno”, explica Jorge Lachén, responsable del centro Crossfit Huesca, el único en la provincia homologado de manera oficial para la práctica de esta disciplina y en el que este sábado se organizó la primera competición en la ciudad.

Este método de entrenamiento está basado en la realización de movimientos funcionales, que varían en cada sesión y se ejecutan a gran intensidad, y en los últimos años ha experimentado un enorme crecimiento en el número de practicantes, ya que pese a lo que puede parecer, no se necesita determinada forma física previa, pues los ejercicios son adaptables a toda edad y sexo.

“Entre nuestros usuarios hay una señora que supera los 60 años. Una sentadilla bien hecha tiene el mismo efecto para todo el mundo, pese a que unos lo puedan hacer cargando muchos kilos y otros con solo la barra, lo mismo ocurre a la hora de hacer una dominada, que puede ser asistida o no. Lo importante es encontrar tu límite e intentar superarte”. Aunque a la hora de competir, Lachén asegura que las chicas suelen ser más reticentes a ello, como demostraban las únicas cuatro féminas entre los 30 'crossfiteros' que se dieron cita en este primer torneo oscense.

'Burpees', 'pull ups' o 'toes to bar' son términos que suenan a chino a todo aquel ajeno al mundo del crossfit, pero representan el abecé en la iniciación a este deporte, ya que son algunos de los ejercicios que más se repiten en las sesiones de entrenamiento de esta disciplina -que reciben el nombre de WOD-, y los que más se repitieron en el campeonato. “Hemos elegido ejercicios de fácil ejecución, para facilitar la competición, aunque eso no quiere decir que cansen menos”, aclara Lachén, que desde que abriera las puertas de su negocio a final de verano, ha conseguido 'enganchar' a medio centenar de oscenses.

Además de algunos de ellos, también acudieron a la competición organizada en sus instalaciones, -situadas en la Ronda del Transporte número 32 de Huesca- deportistas del los centros Crossfit Zaragoza y Crossfit Eolo, ambos de la capital aragonesa. Así, se proponían diferentes entrenamientos y se establecía la clasificación en función de los tiempos de ejecución. “Se nota que ellos llevan más tiempo funcionando y sus socios tienen una mayor preparación, pero en el crossfit prima ante todo el compañerismo y el buen rollo, ya que la meta es mejorar tus propios registros, más allá que la competitividad con el resto”, cuenta Lachén, que ejerce también como instructor del centro.

Ese espíritu de comunidad que se crea en cada 'Box' -nombre que reciben los centros dedicados únicamente a impartir esta disciplina- ha hecho que hayan proliferado en los últimos meses, paralelamente al auge de esta disciplina, las competiciones y reuniones de aficionados al crossfit en diferentes puntos de la geografía española, a los que Huesca ha sido la última ciudad en sumarse.