Ahora, los técnicos de Urbanismo están estudiando una fórmula para volver a convocar una segunda subasta antes de dos meses con unas condiciones que resulten "más atractivas", según explicó ayer la concejal responsable del área, María Rodrigo. Y es que aunque no se han presentado ofertas en firme, sí ha habido interés de varias empresas. La otra opción, que pasaría por que el ayuntamiento adquiriera directamente la propiedad y se convirtiera en promotor, se ha descartado.

Ahora se va a analizar si legalmente se podría rebajar el precio de licitación o modificar las condiciones urbanísticas previstas como, por ejemplo, el uso del solar (puede destinarse a vivienda, artesanía, industria limpia, hotel, comercio, oficinas, espectáculos, salas de reunión así como a usos religiosos, culturales o deportivos) o las posibilidades de construcción ya que el PGOU marca ahora que se pueda levantar un edificio de cinco plantas más ático.

El Ayuntamiento optó por esta solución tras un camino plagado de litigios con la propietaria del solar, la inmobilaria Masari, que incumplió los plazos del deber de edificar por lo que, con el aval de una sentencia del TSJA de abril, se puso en marcha el expediente de sustitución de propiedad.