Una montañera de Navarra muere al caer 150 metros en los Dientes de Batanes de Panticosa

Caminaba por la cima cuando se despeñó.
Sus compañeros, que lograron llegar junto a ella, hicieron señales al helicóptero

Llegada del cadáver al depósito de Jaca.
Una montañera de Navarra muere al caer 150 metros en los Dientes de Batanes de Panticosa
Laura Zamboraín

Una montañera guipuzcoana, vecina del núcleo navarro de Arlegui (Galar) y de 52 años, falleció ayer al despeñarse 150 metros desde la cima de los Dientes de Batanes, en el término municipal de Panticosa, a unos 2.250 metros de altitud. Itziar Lazurtegui Mateos, corredora de fondo, aunque ya retirada de la competición, alcanzó la cumbre pero, mientras disfrutaba de un paseo por el paraje, cayó por una pendiente pedregosa y perdió la vida. Sus dos compañeros pudieron acceder a la zona y aguardar junto a ella al helicóptero de rescate, al que le hicieron señales con los brazos para ayudarle a localizarlos. El médico del O61 intentó reanimarla pero solo pudo certificar su muerte, según informó ayer la Guardia Civil.


La mujer fallecida, soltera y sin hijos, era muy deportista y, a pesar de que ya no competía, seguía practicando el atletismo con el Club Beste Iruña, según informaron vecinos de este núcleo navarro de 80 habitantes. Aunque oriunda de Guipúzcoa, residía en esta localidad que ayer se conmocionó al recibir la noticia. Arquitecta de profesión, trabajaba en un estudio en Salinas de Pamplona.


La Guardia Civil recibió el aviso de que esta montañera se había precipitado pasadas las 14.30. Se desplazaron a la zona el helicóptero desde Huesca, los agentes del Greim de Panticosa así como el médico del 061. Al acercarse, sus dos acompañantes, un hombre y una mujer, hacían señales con los brazos para indicar la ubicación de su compañera, en el suelo junto a ellos. Tras la caída de la víctima, estos buscaron una vía para bajar hasta ese punto y acudir en su auxilio.


Las tareas entrañaron cierta dificultad porque no se encontraban en la vertiente en la que aseguraron hallarse cuando dieron el aviso. No obstante, las señales que los compañeros hicieron ayudaron a su localización, en una área bajo unas rocas, con mucha pendiente y piedra suelta. Por ello, el helicóptero tuvo que utilizar el ciclo de grúa para evacuar el cadáver. El médico confirmó el fallecimiento a las 15.40.


Después, para recoger a los componentes del equipo así como a los acompañantes, el helicóptero hizo un apoyo parcial. Tras dar el aviso al juez de Jaca, este autorizó el levantamiento del cadáver a las 16.05 y cuarenta minutos después aterrizaban en el helipuerto de El Pueyo de Jaca. Desde allí, fue trasladada en un coche fúnebre hasta el depósito de cadáveres del hospital de Jaca, adonde llegó a las 17.30.Enriscado por salvar a su perro

No fue la única actuación que tuvieron que realizar ayer los equipos de rescate en montaña. Los agentes del grupo de Jaca acudieron a auxiliar a una mujer que se había torcido un tobillo mientras recogía setas en una pista entre los núcleos de Larrés y Acumuer, ambos en el término municipal de Sabiñánigo. La llamada se recibió a las 12.00 en el 062, a partir de la alerta lanzada al 112. Además de los especialistas de la Guardia Civil, se desplazaron a la zona sus compañeros del puesto de seguridad ciudadana de Biescas así como la ambulancia del 061. Esta última trasladó a la mujer a un centro sanitario de Jaca. 


Por otro lado, la tarde del viernes dos componentes del Ereim de Huesca tuvieron que auxiliar a un hombre que se quedó enriscado al ir a buscar a su perro en el municipio de Las Peñas de Riglos, en un zona próxima a la población de Rasal. Tanto el dueño como el animal resultaron ilesos, pero las tareas de evacuación de ambos se prolongaron durante varias horas, hasta entrada la noche, por la dificultad del terreno. 


Según informaron ayer desde la Comandancia de Huesca, a las 15.30 del viernes se recibió el aviso de que había una persona enriscada entre rocas cerca de Rasal, que había ido a buscar a un perro que se le había perdido con anterioridad. Los agentes localizaron al hombre, del que no facilitaron más datos, apenas cinco minutos después. Sin embargo, se encontraba en una zona de difícil acceso a la que llegó al intentar rescatar al canino, que tampoco podía salir de la zona boscosa en la que se hallaban. 


Los dos agentes del Ereim (Equipo de Rescate de Montaña) de Huesca tuvieron que salvar un desnivel de 250 metros y escalar 70 de ellos para rescatarlos. En estas circunstancias, fue necesario montar un sistema de cuerdas que sirvió para evacuar tanto al dueño como al perro. Aunque las labores entrañaron dificultad, ambos resultaron ilesos.