"Me ha conmovido la avalancha de solidaridad"

El hombre que vivía en una furgoneta en Huesca estaba en peligro de perder el vehículo.

Santos Miguel junto a su furgoneta
?Me ha conmovido la avalancha de solidaridad que he recibido?

Ha pasado algo más de un mes desde que la historia de Santos de Miguel se diera a conocer a través de HERALDO.ES. Como muchos recordarán, en diciembre de 2013, se encontraba en peligro de perder la furgoneta en la que vivía en Huesca junto a su perrita, al carecer de recursos económicos y no poder pagar el seguro del vehículo. Desde entonces, y como él mismo dice, su vida “ha dado un giro de 180 grados”. Todavía tiene que girar otros 180 para cambiar por completo, pero todo se andará. Y es que las numerosas muestras de apoyo que ha recibido le han servido para recobrar una ilusión que creía perdida. “Me ha conmovido la avalancha de solidaridad que he recibido de las personas, casi todos, gente muy humilde, que ven los problemas de los demás e intentan ayudar con lo que pueden”, asegura Santos.


Raúl, uno de los trabajadores del albergue municipal, se encargó de difundir el artículo en el que se explicaba su situación a través de sus contactos en las redes sociales. Enseguida se puso en contacto con él Inés García, responsable de la web solidaria www.menudavidadeperros.org. “Me dijo que le contara mi historia y me preguntó qué necesitaba para salir del bache. Mi mayor preocupación entonces era perder la furgoneta al caducar el seguro”, relata Santos. La maquinaria de ‘Menudavidaperros’ se puso enseguida en funcionamiento y consiguió el dinero necesario para realizar el pago pendiente. Uno de los asociados le envió además una batería para que pudiera poner en marcha el vehículo.


Gracias a la ayuda económica de la organización consiguió pasar la ITV y prolongar su estancia durante invierno en la pensión que le habían facilitado desde el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento. “Lo más importante es que he dejado de pedir en al calle, algo que para mí era horroroso”, asegura Santos.

Creer (o no) en la suerte

Han sido ademas numerosas las personas anónimas que se han acercado a Santos para mostrarle su apoyo. “En una ocasión, un conductor que aparca su furgoneta junto a la mía, me entregó un sobre que le había dado para mí un compañero. En su interior había un billete de lotería de Navidad premiado con el reintegro y un mensaje, ‘a veces, la ilusión vale más que la realidad’”, cuenta. En el escrito se le decía que podía hacer con él lo que quisiera. “Preferí cobrarlo en lugar de cambiarlo por otro para el sorteo del Niño, porque no creo en la suerte”, asegura.


Entre las ayudas que ha recibido se encontraba, además, “la de un barrendero de Palma de Mallorca, que me envió 25 euros”. También ha recibido pequeñas sumas de dinero, ropa y libros (es un gran aficionado a la lectura) desde ciudades como Málaga, Zaragoza o Valencia. Patricia y Luis, desde la capital aragonesa; Rubén, de Barcelona; o Ixeia, Berta, Isabel, Eduardo o Eugenia, de Huesca, son algunas de las personas anónimas que le han ayudado, junto a los trabajadores de instituciones como Cruz Roja o las Conferencias de San Vicente de Paúl.


Ahora, su mayor prioridad es encontrar trabajo. Ha recibido una oferta laboral desde Málaga, del sector de la hostelería, al que se dedicaba antes de quedarse en la calle y que espera que fructifique el próximo mes de marzo, fecha hasta la que tiene pagada la pensión. También se ha puesto en contacto con Arpae, una asociación que se dedica a repoblar pueblos abandonados, donde podría volver a empezar de cero. Está pendiente de que le respondan desde dos editoriales a las que ha enviado una novela que ha escrito contando su vida en la calle. Su sueño, en el futuro, sería montar su propia empresa de senderismo. “Se que a mis 55 años es difícil encontrar empleo, pero le estoy poniendo muchas ganas”, asegura.