El camino hasta la Plaza de Toros lo acompañaban jóvenes manchados de vino, que todavía celebraban el disparo del cohete y buscaban sombra y descanso en algún portal, mientras las terrazas empezaban a llenarse. Pero aunque el ambiente festivo se respirara ya desde la calle, la cita con el programa laurentino este viernes por la tarde estuvo en el tendido del coso oscense, en la becerrada de las peñas, uno de los primeros actos de la tarde dentro de la primera jornada de las fiestas.Como ya es tradicional dentro de los eventos laurentinos, sirve de antesala para la feria taurina, que ocupará las tardes a partir de este sábado y que se abre con un mano a mano entre Enrique Ponce y Morante de la Puebla, a partir 18.30, para el que se espera un tendido lleno.

Las mairalesas de las peñas llegaban a la plaza en calesa y dentro, las gradas se iban llenando de blanco y verde, con predominio de público infantil. Los más rápidos conseguían hacerse con un sitio en la sombra, los menos afortunados convertían cualquier cosa en improvisado abanico. Mientras, en el túnel de salida a la arena, caballos de cartón convivían con otro de verdad, junto a peñistas -ellas con peineta, ellos con montera y risa floja-, que más tarde se convertirían en toreros, y entre los que se colaba un ninja.

(Más información en la edición impresa de HERALDO DE ARAGÓN)