Camino de Santiago

El albergue Huesca espera doblar a fin de año el número de peregrinos de 2012

Ha recibido 150 caminantes desde enero, frente a los 147 con los que cerraron el pasado ejercicio.

El peregrino Telesforo Sánchez
El albergue Huesca espera doblar a fin de año el número de peregrinos de 2012
JAVIER SÁNCHEZ

HUESCA.- El Hospital de Peregrinos de Huesca ha recibido en lo que va de año a 150 caminantes. Así lo ponen de manifiesto, a 29 de julio, los datos recogidos por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, que ve superada así la cifra obtenida en 2012, año en el que se contabilizaron, al final del ejercicio, 147 entradas. “Queda todavía agosto, que suele ser el más fuerte y después, cuatro meses más hasta finalizar 2013, por lo que es posible que dupliquemos esa cifra”, señala Julio Aznar, presidente de la Asociación. Como indica, a fecha del lunes, han sido ya una treintena de personas las que se han interesado por una plaza en el albergue para la primera quincena del próximo mes.


Desde que el albergue abrió sus puertas en junio de 2011, han pernoctado en el hospital de peregrinos de Huesca un total de 411 caminantes. “Este año han pasado ya por aquí usuarios de 17 nacionalidades diferentes, tres menos que en 2012. Vienen de países como Brasil, Estados Unidos o Francia. El año pasado llegaron incluso de lugares tan alejados como Nueva Caledonia, Australia, Georgia, Rusia, la República Checa, Hungría o Finlandia. Este han venido también de Polonia, Israel, Canadá, Irlanda e Inglaterra”, relata Aznar.


Las pernoctas se limitan a una noche, a no ser que los alojados precisen de cuidados especiales a causa del esfuerzo realizado. El precio por noche es de 10 euros y se puede disfrutar de servicios como duchas, lavadora, secadora, frigorífico y microondas, además de aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Aparte, los bares y restaurantes de la zona ofrecen menús especiales.


Desde el albergue de peregrinos ubicado en la calle de Valentín Gardeta, se emiten también las credenciales para aquellos que parten desde la capital altoaragonesa. En lo que va de año llevan un total de 144. Según explica el presidente de la Asociación de Amigos de la ruta jacobea, esperan alcanzar, alrededor de 300 acreditaciones. “Se trata de la media normal que se registra cada año en Huesca, aunque se nota cuando es año jacobeo, entonces, las peticiones se incrementan un 20%”, afirma Aznar.


Como explica el portavoz de la Asociación, un 30% de los caminantes que parte de la provincia lo hace desde Huesca capital, el resto suelen elegir otros puntos como Somport o de la localidad francesa de Saint Jean de Pied de Port. “También hay cada vez más gente que elige el Camino del Norte, desde Irún o el Camino Primitivo desde Oviedo. Los más aventureros, que pasan en el camino entre 40 o 50 días, eligen la Vía de la Plata, desde Sevilla”, comenta Julio Aznar.


La Asociación se encuentra preparando además, para el próximo 14 de octubre, una excursión de cuatro días por la etapa francesa del Camino, con el recorrido a pie de enclaves como Rocamadour o Le Puy. La ruta, como asegura Julio Aznar, contará con etapas de unos 20 kilómetros y se dispondrá además con la presencia de un autobús de apoyo. Recientemente, presentaron en Barcelona un folleto explicativo que han realizado en el que se recoge la ruta desde Montserrat a Santa Cilia de Jaca, en un encuentro el que participaron, con lleno de público, cinco asociaciones jacobeas catalanas.


“Un camino interior”

Uno de esos 150 caminantes de paso por Huesca es Telesforo Hernández, quien ha llegado caminando desde Pueyo de Fañanás. Huesca es para este peregrino, procedente de San Sebastián, la octava etapa de un viaje que comenzó en el monasterio de Montserrat. Espera llegar hasta La Rioja, para acometer, el verano siguiente, el Camino Francés. “Llevo ya una semana y puedo decir que ya voy metiéndome en el Camino. En mi opinión, es el tiempo que se necesita para ir preparando el cuerpo y coger el ritmo, que consiste en buscar albergues, controlar el equipaje o buscar donde comer”, subraya. El suyo es, como dice “un camino interior”, que prefiere realizar en soledad, aunque también le gusta entablar conversación con aquellas personas que encuentra a su paso. Asegura que le ha sorprendido gratamente el albergue oscense. “Está limpio y tiene muy buenas instalaciones, además, está bien comunicado y no me ha costado trabajo encontrarlo”, asegura.