Educación

Ayerbe lucha para mantener dos cursos de Secundaria

La AMYPA teme que el traslado a Huesca pueda afectar a la educación de sus hijos.

Padres y alumnos pasaron la noche en el centro como protesta.
Ayerbe continúa su lucha para mantener dos cursos de Secundaria en su colegio
J.S.

Han pasado la noche en el colegio, han colocado un enorme lazo amarillo en uno de los monumentos de su localidad –la Torre del Reloj– han organizado asambleas y hasta han creado una plataforma, de nombre IESO. La Asociación de Madres y Padres del CEIP Ramón y Cajal de Ayerbe no se rinde y van a seguir luchando para que los recortes del Gobierno de Aragón en Educación no acaben con los cursos de primero y segundo de Secundaria que se imparten en el centro.


“Creemos que con once o doce años de edad nuestros hijos son todavía muy jóvenes para montar en un autobús que los va a dejar solos en un instituto con 1.000 alumnos como el IES Pirámide de Huesca”, afirma Koke Sarasa, portavoz de la AMYPA. Se trata además, recuerda, de carreteras de montaña, que pueden llegar a ser especialmente peligrosas en invierno. Una época del año en la que además, “habrá niños que tengan que levantarse cuando todavía es de noche y que volverán a sus casas cuando haya anochecido de nuevo”.


El Colegio de Ayerbe recibe alumnos de una veintena de núcleos de población de la zona. El cambio de centro educativo puede suponer así que haya alumnos que tengan que recorrer cada día más de dos horas en autobús. En total, son así 14 niños los que pasarán a primero de Secundaria el próximo curso y otros 17 que comenzarán segundo. Para los del primer grupo, Educación ofrece la oportunidad, por otra parte, de asistir a clase bien en Huesca o bien en Ayerbe, una opción que no se mantendrá, sin embargo, para las siguientes promociones de alumnos, en las que es mayor, además el número de niños.


“No entendemos que estén teniendo lugar estos recortes en una zona como esta en la que la población ha crecido de manera considerable en los últimos años”, señala Sarasa. “Y menos, que cuando desde las administraciones se habla tanto de vertebrar el territorio los niños comiencen a marcharse de sus pueblos con solo once o doce años de edad”, añade el portavoz de la AMYPA.


Pérdidas económicas

Les preocupa también la pérdida económica que puede suponer para los empresarios de la zona el éxodo de alumnos. “Solo hay que fijarse en el comedor escolar, donde suministran sus productos profesionales como el panadero o el carnicero y para los que ahora descenderán los pedidos”, advierte Sarasa.


Hace hincapié, por otra parte, en los buenos resultados académicos que registra este centro educativo, de acuerdo con los estándares del resto de la comunidad autónoma, algo que temen perder con esta nueva situación. “Se trata además de una protesta que están apoyando desde todos los ámbitos de nuestra localidad”, comenta Sarasa, quien recuerda además la situación de aquellos vecinos que han decidido trasladarse a vivir al medio rural para, entre otras cosas, facilitar la conciliación familiar. Así, en su opinión, “aglutinar servicios para abaratar costes es un ataque a las zonas rurales”.


Todavía no han obtenido respuesta, aseguran, desde la Dirección Provincial de Educación ni desde el departamento del Gobierno de Aragón a donde se han dirigido ya. Por ello, piensan continuar con sus reivindicaciones los próximos meses. El próximo 4 de mayo se unirán así a la concentración convocada en Huesca por la Marea Verde. Acudirán con sus lazos de color amarillo, acompañados además por el grupo de gigantes y cabezudos y la música de los ‘barfulaires’.