Entre un 5 y un 7 por ciento de la población de la capital altoaragonesa vive bajo el umbral de la pobreza severa, según los datos facilitados por Cáritas Diocesana de Huesca. Ha aumentado el número de familias españolas que recurren a Cáritas y se ha detectado que en algunos casos, desconocen que pueden acceder a ayudas sociales.

El secretario general de Cáritas Huesca, Jaime Esparrach, ha manifestado que la situación de crisis ha provocado un importante incremento de las necesidades, cada vez más gente se acoge a los diferentes programas de esta entidad al aumentar el número de personas en situación de vulnerabilidad.

En Huesca, la pobreza relativa afecta a un 19 ó 20 por ciento de población y la pobreza severa aproximadamente a un 5 ó 7 por ciento. El perfil de las personas atendidas ha cambiado. Se sigue prestando apoyo a los colectivos que tradicionalmente han recurrido a sus servicios, pero también a otras personas que se han visto obligadas a recurrir a Cáritas tras agotar otras vías y posibilidades.

Cáritas presta atención a familias inmigrantes sin respaldo familiar con dos o tres hijos, hombres solos sin hogar o inmigrantes sin papeles, y familias españolas con miembros jóvenes y endeudados sin formación y en el paro. En este punto, además Esparrach ha señalado que "sigue siendo una realidad la pobreza vergonzante, gente a la que le cuesta dar el paso de recurrir a Cáritas".

Muchas de estas personas, ha expuesto el secretario general de Cáritas Huesca, Jaime Esparrach, desconocen que tienen derecho a acceder a prestaciones sociales y, en este sentido, se ofrece asesoría.

Cáritas, además de dar ayudas económicas puntuales, trabaja para que los propios afectados puedan salir de su situación con sus propios medios, mediante programas de orientación laboral.