Valle de Tena

Lanuza celebra el 20 aniversario de su recuperación

Los vecinos de Lanuza celebrarán este sábado los 20 años transcurridos desde el inicio de la recuperación de este pueblo que tuvo que ser abandonado por la construcción del embalse.

Lanuza
Lanuza celebra el 20 aniversario de su recuperación

Los vecinos de Lanuza (Huesca) celebrarán este sábado los veinte años transcurridos desde el inicio de la recuperación de este pueblo del valle de Tena que tuvo que ser abandonado por la construcción del embalse.


En 1989 se constituyó la Asociación de Antiguos Vecinos de Lanuza y a partir de 1992 la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) empezó a revertir los terrenos y el núcleo urbano que quedaba por encima del nivel de seguridad del embalse.

En la actualidad, el pueblo está "muy vivo" y lo habitan de forma habitual "ocho familias", aunque cuando mayor número de habitantes tiene es "entre junio y octubre".


La secretaria de la Asociación Cultural de Lanuza, nombre con el que ahora se conoce a la Asociación de Antiguos Vecinos de Lanuza, Marian Pérez Urieta, ha indicado a EFE que este sábado se celebrarán los veinte años de recuperación del pueblo, una jornada a la que han puesto por título "Lanuza: pasado, presente y futuro".


La iglesia de Lanuza fue el primer edificio que se rehabilitó y cada miembro de la asociación "aportó 500.000 pesetas para comprar los derechos de la iglesia" y, además de la aportación económica "sumaron su trabajo físico durante muchos fines de semana", ha explicado.


"Ahora la iglesia es del pueblo" y todo el núcleo "está rehabilitado", con un total de "unas sesenta o setenta casas", ha dicho, al tiempo que ha apuntado que "desde la cota 1.270 y desde allí hacia abajo los terrenos todavía pertenecen a Confederación y hay casas tiradas por seguridad".

La rehabilitación supuso "mucho trabajo y esfuerzo" y tras la iglesia se recuperó el edificio de las escuelas, que hoy es el centro social, y se llevó a cabo el empedrado de las calles y el soterramiento de los cables de luz.

Pérez asegura que en Lanuza "se vive muy bien" aunque está pendiente de concluirse "el tema urbanístico porque somos una junta de compensación" y los vecinos son los que se encargan de construir el parque infantil y los columpios o de limpiar las calles de nieve en invierno.


Una vez que el asunto llegue a resolverse "podremos ser un barrio de Sallent de Gállego", ha asegurado.


La conmemoración de estas dos décadas de recuperación del pueblo comenzará con un homenaje a Marcos Grasa Pérez, antiguo vecino de Lanuza y uno de los impulsores de su rehabilitación que falleció el pasado año.


La secretaria de la asociación ha recordado que "él fue quien logró que las campanas volvieran a sonar en Lanuza" y fue una de las personas "que más peleó" por el pueblo, por lo que una plaza del mismo cercana a su casa "llevará su nombre".

Además se inaugurará el antiguo lavadero que ha sido rehabilitado "a vecinal".


Posteriormente se celebrará una mesa redonda en la que intervendrá Ildefonso Torreño, arquitecto encargado del proyecto de rehabilitación, Leonardo Puértolas, arquitecto técnico, José Luis Sánchez, exalcalde de Sallent de Gállego, Jesús Gericó, actual alcalde, Matías Naverac y Ángel Pérez, presidente y secretario de la primera junta de la asociación de antiguos vecinos de Lanuza.


La jornada continuará con la presentación del último libro del escritor aragonés Enrique Satué, «As Crabetas», dedicado a la infancia tradicional del Pirineo, y la actuación en la iglesia del grupo Biella Nuei y los Bufacalibos, antes de concluir la fiesta con el baile del "palotiau" de Lanuza.