Hace tres meses que el Ayuntamiento de Banastás puso a la venta dos parcelas municipales, una de ellas con una casa, con el objetivo de conseguir dinero para realizar las obras del edificio polivalente. Solo se vendió uno de los terrenos, el otro, sobre el que hay una casa que fue el consultorio médico, no interesó y nadie pujó por él. Ahora, los responsables municipales han vuelto a sacarlo a subasta, aunque con una rebaja de precio considerable, un 12% menos que la primera vez.

La parcela, de 520 metros cuadrados y con una casa de 195 metros, se vende por 168.720 euros. El alcalde de Banastás, Ángel Gracia, espera que con esta rebaja (el precio anterior era 191.496 euros) tenga una fácil salida. El mismo día en el que se publicó la enajenación en el Boletín Oficial de la Provincia fueron tres las personas que llamaron al Ayuntamiento interesándose por las condiciones de la venta. «Hay gente que dice que hará una oferta, pero es de boquilla porque a la hora de la verdad no se hacen realidad», señaló. De hecho, la parcela que ya se ha vendido solo tuvo una propuesta y fue por el mismo precio de salida, 93.980 euros por 508,55 metros cuadrados y la posibilidad de edificar una vivienda de 254 metros cuadrados.

La primera vez que se pusieron a la venta ambos terrenos, el alcalde de Banastás aseguró que eran «un chollo». Y sigue insistiendo en que la parcela construida que se vuelve a poner en el mercado «es un regalo». Está, como la otra, en la calle Castillo de Loarre.

El precio del lote se especifica de manera separada. La parcela, con 260 metros cuadrados de edificabilidad, tiene un coste de 73.320 euros y la casa, de 212 metros cuadrados, de 94.400 euros. Ángel Gracia destaca que, por ese precio, en pocos lugares se puede disponer de una vivienda de 190 metros cuadrados que está casi lista para entrar a vivir. «Solo habría que hacer una cocina y otro aseo porque ya tiene luz, calefacción y agua», explica.

El edificio se levantó hace relativamente poco tiempo y hasta 2008 funcionó como consultorio médico. Quedó sin uso al trasladarse la atención a un nuevo espacio y se convirtió en un centro cívico con un salón social y varias salas para talleres. Pero la casa quedó cerrada cuando se puso al a venta, con la esperanza de que pronto se puedan realizar esas mismas actividades en el edificio polivalente que se construye junto a la zona deportiva.

El proceso para cambiar la calificación del terreno, que ha pasado de estar destinado a equipamiento a tener un uso residencial, ha costado tres años. El alcalde considera que si los trámites hubiesen sido más rápidos, la parcela se hubiese podido vender por más dinero y ya estaría comprada. Banastás, a escasos siete kilómetros de Huesca, experimentó hace unos años un notable crecimiento urbanístico.

El dinero ya se ha gastado

Dentro de 20 días se sabrá si la reducción del precio ha despertado el interés de los compradores. El dinero obtenido por la otra parcela ya está gastado, en concreto ha sido para construir los aseos del edificio polivalente, una obra que se va adelantando según llegan los ingresos. El alcalde explica que el Ayuntamiento dispone de más parcelas pero que estas no se pondrán a la venta. «Las de la calle Castillo de Loarre han salido para pagar el nuevo centro», dijo.