TRIBUNALES

El fiscal pide 17 años de cárcel a un joven por violar a una niña de 14 años en Huesca

El acusado, de 21 años y nigeriano, la encerró en su piso y la agredió hasta en dos ocasiones.

Un joven de 21 años de edad y nacido en Nigeria, E. I., se enfrentará en la Audiencia Provincial de Huesca a penas que suman 17 años de prisión por la presunta violación de una menor de 14 años a la que encerró en su piso para agredirla sexualmente.


La calificación provisional de la Fiscalía oscense tipifica los hechos como dos delitos de agresión sexual (6 años de prisión por cada uno) y uno de detención ilegal (5 años), además de una falta de lesiones. También pide para el acusado, que se encuentra en prisión preventiva y que está representado por la abogada Carmen Sánchez Herrero, una indemnización de 18.000 euros por los daños morales a la víctima.


Según el escrito provisional del ministerio público, los hechos ocurrieron el 29 de julio de 2010. La joven había ido a visitar a sus abuelos y se introdujo en el ascensor del edificio junto con el procesado y otra mujer. Esta última se bajó en la 4º planta y cuando la menor quiso apearse también, fue retenida por la cintura por el acusado, que pulsó el botón de la 8ª planta, donde él residía, hasta donde la llevó agarrada del brazo.


Al salir del ascensor, un hombre nigeriano que vivía con el acusado en el mismo piso le abrió la puerta y una vez dentro, cerró con llave y llevó a la menor, "completamente asustada y silente", según la fiscalía, hasta el salón, cerrando también la puerta.


Allí, el joven tiró a la chica sobre el sofá y comenzó a actuar con "ánimo libidinoso" tumbándose sobre ella e intentando besarla. La menor se resistió por lo que el acusado le agarró la cara con una mano y con la otra le subió la camiseta y le rompió el pantalón para bajárselo mientras forcejeaban. Él se bajó los pantalones y los calzoncillos, momento que aprovechó la víctima para intentar escapar, pero no pudo y fue arrojada violentamente otra vez al sofá. Fue entonces cuando su agresor le agredió sexualmente.


El acusado abandonó el salón y la joven intentó de nuevo huir, pero el salón seguía cerrado con llave. Al regresar, la víctima le dijo que le había llamado su abuelo y que la estaba esperando, pero el acusado la volvió a tirar al sofá. En ese momento entró en el salón la dueña del piso, que al ver el estado de "ansiedad" de la joven, recriminó al agresor su actitud por encontrarle en calzoncillos. La víctima consiguió huir.