RESTRICCIONES EN EL CONSUMO DE AGUA

Riegos limita aún más el cupo de agua y teme que los embalses se queden «a cero»

Desde ayer se aplica una restricción del 30%, que aumentará al 50% dentro de dos semanas.

En La Sotonera, al 33% de su capacidad, ya son visibles amplias zonas sin agua.
Riegos limita aún más el cupo de agua y teme que los embalses se queden «a cero»
RAFAEL GOBANTES

Las 52 comunidades de base integradas en el sistema de Riegos del Alto Aragón tendrán que apretarse un poco más el cinturón, ya que desde ayer han visto restringido el consumo de agua en un 30%. El objetivo es concluir la campaña el 2 de octubre y para ello hay que optimizar al máximo los escasos recursos almacenados en los embalses. Las lluvias de los últimos días han sido muy escasas (el día 3 cayeron 14 litros en Huesca o 3,8 en Sariñena) y no han conseguido paliar la sequía que afecta a las cuencas del Gállego y el Cinca.


La Comunidad General cumple así con el calendario de cupos fijado hace un mes. A partir del 15 de agosto, los agricultores recibieron un 10 por ciento menos de caudales, porcentaje que dos semanas después aumentó al 20. Si la situación no cambia, la semana que viene se elevará al 40% y el 26 de septiembre llegará al 60%. Los prorrateos se establecen respecto al consumo medio de cada comunidad a principios de verano, ya que la dotación varía en cada zona en función de los tipos de cultivos, las características del suelo o los avances en la modernización del riego.


El volumen de agua útil disponible en la intercuenca Gállego-Cinca es actualmente de 427 hectómetros cúbicos, 70 menos que hace un año. La imagen de la Sotonera, que está a solo el 33% de su capacidad, es suficientemente significativa: en las últimas semanas el agua ha retrocedido de manera notable, de forma que son visibles amplias franjas de terreno del vaso del embalse que ahora aparecen completamente secas. Mientras que el 5 de septiembre de 2010 almacenaba 146 hectómetros cúbicos, ayer apenas superaba los 60.


Mediano, al 17 por ciento


Más grave es el caso de Mediano, el embalse de mayor capacidad del sistema, con casi 500 hectómetros cúbicos, y que está a un 17%. Lanuza y Búbal, en la cabecera del Gállego, se encuentran por debajo del 20%. En El Grado todavía hay 266 hm3, aunque más de la mitad son de embalse muerto por el aprovechamiento de las hidroeléctricas.


Los responsables de Riegos del Alto Aragón advierten de que la campaña puede acabar este año con los pantanos "prácticamente a cero". "Es pronto para decirlo, pero nos podemos encontrar que, de seguir esta situación, lleguemos al año que viene con los embalses vacíos", lamentó Francisco Orús, vicepresidente y coordinador de la comisión de Uso de las Aguas.


Lo mismo puede ocurrir en Barasona, la obra de regulación que suministra al otro gran sistema regable de la provincia, el Canal de Aragón y Cataluña, donde también se están aplicando restricciones. A poco más del 30% (el año pasado estaba al 53%), sigue bajando día tras día. En la última semana han entrado 4,8 hm3 y han salido el doble.


En esta campaña de riego, a las nulas precipitaciones se ha sumado una mayor demanda de agua. La subida de precios animó a la siembra de maíz, al contrario de lo que ocurrió el año pasado, cuando el aumento de costes y la caída del mercado provocaron que se dejaran de cultivar miles de hectáreas.


El verano ya empezó mal. La reserva de nieve en las cumbres, más escasa que en 2010, se fundió anticipadamente en primavera, adelantándose a las fechas habituales debido a las lluvias y a las altas temperaturas de principios de abril. Esta circunstancia afectó de forma directa al depósito de agua almacenado en los embalses, ya que no pudieron retener el temprano deshielo y esos recursos se fueron río abajo.