EN BINÉFAR

Una estación que languidece cada día

El mal estado de la terminal simboliza la pérdida de tráfico y el desinterés de las administraciones por una línea clave en el de la zona oriental.

Una estación que languidece cada día
Una estación que languidece cada día

Ocho mil habitantes más en Binéfar separan los 150 años que han transcurrido entre el 26 de agosto de 1861 y la actualidad, los mismos que se han cumplido desde que el primer tren hizo su aparición en esa fecha en la estación de ferrocarril de la localidad. De 1.600 habitantes y quinta población de la comarca de la Litera a cabecera de la misma, con casi 10.000 habitantes, eso significó para esta villa la llegada de los modernos medios de comunicación de mediados del siglo XIX.

 

Sin embargo, hoy la vía del ferrocarril ha sido prácticamente sustituida por el transporte por carretera y la estación languidece en su abandono, funcionado como apeadero de trenes regionales y lanzaderas, sin ningún servicio de largo recorrido. Desde los primeros correos y mercancías que adornaron con su humo el cielo binefarense y llenaron de pitidos sus noches, hasta los actuales convoyes eléctricos, 'obispo' los llaman, han sido miles los trenes que han recogido y dejado tanto pasajeros como mercancías en este siglo y medio. En la actualidad, cuatro servicios hacia Lérida y tres hacia Zaragoza unen a diario Binéfar con estas capitales, parando en numerosas localidades del trayecto.

 

Son las horas más bajas de esta línea, que fue testigo en los años 40, 50 y 60 de la creciente prosperidad de la comarca, con los envíos de cereal y las manufacturas de las incipientes y ya boyantes empresas binefarenses a las capitales que une la línea, como recuerda Ernesto Romeu, miembro de la coordinadora en defensa del ferrocarril 'Binéfar a todo tren'. Incluso es capaz de recitar el nombre de algunos de los trenes del pasado siglo, como Correo, Rapidillo, Mixto, Tirolilo, Express, TAF, TER, Ferrobús o Talgo.


A Binéfar le ha costado mucho desprenderse de este medio de comunicación -y todavía no lo ha hecho, porque no son pocos los usuarios que se mantienen fieles-, ya que durante años luchó contra los recortes que la empresa Renfe iba aplicando a la estación y sus servicios.

 

Romeu recuerda el pleno histórico que, promovido por 'Binéfar a todo tren', se celebró el 6 de septiembre de 2001 en el andén de la estación binefarense, con la presencia de unos 1.500 vecinos que se congregaron para apoyar a su Ayuntamiento en la reivindicación de este servicio. Fruto de aquellos desvelos son los trenes que hoy todavía transitan por esta vía, parando para dejar o recoger pasajeros. Este amante del tren está convencido de que el declive de este transporte no tiene que ver con el desapego de los usuarios hacia el mismo, sino con otros intereses y políticas que no hicieron otra cosa que poner obstáculos al desarrollo y mantenimiento del mismo.

 

Los testimonios

Quedan para los libros de historia los testimonios de cómo el tren trajo a Binéfar el 9 de agosto de 1896 a muchos de los asistentes y ponentes del mitin que en defensa del Canal de Aragón y Cataluña tuvo lugar en la localidad, o el recuerdo de que Alfonso XIII llegó en este transporte para inaugurar esta infraestructura hidráulica. En el apartado de mitos quedará el cuento de que Feliu y Codina, autor de la ópera de Bretón, oyó hablar de la Dolores en la estación de esta localidad, como recoge el libro 'Binéfar, una mirada al pasado', citando un artículo aparecido en el 'Diari de Tarragona' en 1999.

 

La efemérides ha pasado sin pena ni gloria en el municipio, cuyo Consistorio ha señalado, a través del edil de Comunicación, Carlos Corzán, que están "preparando algún recordatorio en lo que queda de año, retomando igualmente la petición de cesión de instalaciones de la estación realizada por el Ayuntamiento de Binéfar".

 

Accidente en 1918. Un choque nocturno entre un tren que transportaba ganado y otro de correo y pasajeros causó la muerte de 8 personas en Binéfar. Fue en febrero de 1918.

 

Binéfar. Los usuarios aguardan para tomar el regional en una estación en pésimas condiciones.