FIN DE SAN LORENZO

Sesenta operarios de las brigadas activan hoy un plan especial de limpieza de las fiestas

Los responsables confían en que a final de semana las calles y parques de la ciudad hayan recobrado la normalidad.

Muchos comercios y barres permanecerán cerrados hasta la próxima semana.
Sesenta operarios de las brigadas activan hoy un plan especial de limpieza de las fiestas
J. BLASCO

Sesenta operarios trabajarán a partir de hoy y hasta el viernes en un plan especial de limpieza de calles y parques. El objetivo será tratar de recuperar cuanto antes la normalidad de la ciudad tras unas fiestas que han batido el número de visitantes del año pasado, «para lo que habrá que trabajar a fondo y en profundidad», según destacó el concejal de Servicios Generales, José Miguel Veintemilla.


Las brigadas de limpieza (33 trabajadores) y de jardines (27 operarios) son las encargadas de llevar a cabo este plan de normalización que comienza hoy y se prolongará durante el resto de la semana. Los operarios realizaron ayer la última jornada de retirada de basura dentro del programa preparado para el calendario laurentino, que consistía en barrer los desperdicios más voluminosos y regar el césped y los jardines a mano (durante las fiestas se apaga el sistema de riego para evitar actos de vandalismo).


En principio, la limpieza que se realizará esta semana en plazas y calles de la ciudad se dividirán en dos fases «de forma que se convertirá en un proceso más lento pero también más eficaz», comentó el encargado de la unidad de limpieza viaria, Antonio Val.


El primer paso lo realizará una hidrolimpiadora, que regará las zonas sucias con agua a presión mezclada con jabón desodorizante, limpiador y desengrasante. Después de unos minutos, en los que el jabón actuará sobre los restos de la fiesta, un camión-cuba echará agua a presión que arrastrará toda la suciedad y los productos químicos.


Según Val, «este año, las zonas más afectadas se localizan en el centro urbano, aunque también se ha ensuciado mucho en algunos parques cercanos al recinto de ferias». Además, en el casco hay vías donde no pueden acceder los servicios habituales de limpieza -La Palma, Azlor, La Merced o Petronila-, por lo que se utilizarán vehículos más estrechos como lava-aceras con agua a presión, con un depósito de 2.000 litros.


Estas actividades de limpieza se están desarrollando a medida que se desmontan los escenarios y otro tipo de estructuras. De hecho, la calle de Ramón y Cajal «ya está en perfectas condiciones desde que se recogieron los chiringuitos», afirmó Antonio Val.


Por otro lado, en los jardines las tareas se centran sobre todo en el abonado y el riego intensivo de las plantas para conseguir recuperar las más afectadas. «El problema principal será el de los centros de flores, que mucha gente ha pisado indiscriminadamente en el parque Miguel Servet. Esas zonas no se podrán salvar», admitió Javier Jiménez, jefe de la brigada de jardines. También se está llevando a cabo la siega de céspedes para recortarlos y recoger cualquier resto de vidrio, ya que «las máquinas absorben también los cristales y los tapones de las botellas», añadió.


«Hay que estar contentos por el desarrollo de estas fiestas porque se ha conseguido mantener la tranquilidad a pesar del incremento de los visitantes», afirmó el concejal Veintemilla a la hora de hacer balance, en el que también destacó que solo se han producido dos detenciones y muy escasos incidentes.


254 asistencias médicas


También se hizo ayer balance de las asistencias sanitarias de este último San Lorenzo. Entre los voluntarios de Cruz Roja y de Protección Civil de la Hoya de Huesca durante las fiestas fueron atendidas un total de 254 personas. De ellas, 43 tuvieron que ser evacuadas al hospital u otros centros sanitarios por intoxicaciones etílicas, esguinces, roturas, policontusiones, mareos...


Una vez que concluido San Lorenzo, la nota habitual de ayer fueron las calles desiertas de gente, los establecimientos cerrados por vacaciones y el tráfico fluido de algunos coches solitarios.


Los únicos restos que todavía quedaban de la fiesta fue la celebración del Día del Niño en el recinto ferial con precios especiales. También perdura el símbolo de la parrilla repleta de flores y albahaca que luce en la plaza San Lorenzo después de la ofrenda del pasado lunes. Una imagen muy vistoso que se lanza a todos los oscenses y visitantes que el sol no tardará en hacer marchitar hasta el año que viene.