SERVICIOS SOCIALES

Hecho abre las puertas de su residencia de ancianos con 41 plazas

El proyecto ha contado con importantes aportaciones económicas de sus vecinos.

Uno de los salones de la residencia de ancianos de Hecho
Hecho abre las puertas de su residencia de ancianos con 41 plazas
FUNDACIóN L' AUSIN

Un servicio abierto a la población y que han sacado adelante los propios vecinos. Así es la nueva residencia de ancianos de Hecho, que se ha puesto ya en funcionamiento después de algo más de un año en obras con el trabajo de la Fundación L’ Ausin. El nuevo espacio, abierto tanto a pacientes que pueden valerse por sí mismos como a aquellos que necesitan una atención continuada, cuenta con un total de 41 plazas, repartidas en 12 habitaciones dobles y otras 17 individuales.


Los primeros internos han comenzado ya a ocupar las instalaciones y se espera que sumen alrededor de una docena en los próximos 15 días. «Abriremos poco a poco para que vaya viniendo la gente. En principio, serán internos de la localidad y de las poblaciones vecinas que se encontraban hasta el momento repartidos en otras residencias», explica Andrés Lera, gerente de la residencia y miembro a su vez de la Fundación L’ Ausin


Dispone además de un centro de día de 20 plazas, así como un comedor y lavandería abiertos a aquellos vecinos de la zona que, sin ser internos, precisen de estos servicios «Se ha creado para compensar las carencias que tiene esta zona y con el fin de que los vecinos de la Jacetania Occidental y los valles limítrofes no tengan que depender necesariamente de Jaca», asegura Lera, quien añade además que dichos servicios, así como las habitaciones, estarán disponibles a todo aquel que pueda necesitarlas, sea o no de la comarca jacetana.

Un proyecto común

El nuevo centro nace así con una vocación, en palabras del propio Lera, «social y siempre abierto a la población, con la que se espera interactuar en todo momento». El proyecto ha salido adelante, precisamente, con el empeño y el esfuerzo puesto por los vecinos. Y en especial, gracias a la generosidad de José Boli y Martina Orensanz. El primero cedió así la finca sobre la que se levanta le nuevo inmueble, mientras que Orensanz donó su herencia al completo para la puesta en marcha del proyecto. Junto a todo ello, se recogieron un total de 800.000 euros procedentes de donaciones particulares y 150.000 euros más resultado de un mercadillo popular al que los vecinos contribuyeron con productos artesanos elaborados por ellos mismos. «Todas las aportaciones, grandes o pequeñas, han sido de gran ayuda para nosotros», asegura un agradecido Lera.


De esta forma, además de con la ayuda de las instituciones públicas y privadas –como el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Hecho, Ibercaja o la Caja de Ahorros de Navarra- se han podido cubrir los cerca de 3 millones de euros que han costado unas obras que además, serán en el futuro una fuente de empleo para la zona. «De momento serán 8 los trabajadores con los que cuente la residencia, que se convertirán en 14 cuando esta se encuentre a pleno rendimiento», recalca Lera. Asimismo, cumplirán con el segundo gran objetivo que se ha marcado la Fundación L’ Ausin además de llevar a cabo una labor social en la zona y que no es otro que el de «crear estabilidad económica y asentar población», afirma Lera.