Los promotores del proyecto para convertir el antiguo seminario de Jaca en un hotel de lujo no cejan en su empeño, a pesar de que la crisis está retrasando sus planes, que supondrían una inversión prevista de 45 millones de euros y la creación de un centenar de empleos.

Ante la actual situación económica, las constructoras zaragozanas Grupo Machín y Plaza 14, impulsoras del proyecto, han decidido buscar el respaldo de otras firmas más grandes, para lo cual se han asociado con una empresa nacional del sector de la construcción y con una cadena hotelera de ámbito internacional, según explicó Roberto Machín, presidente de la primera sociedad citada.

Machín añadió que en estos momentos están elaborando diferentes «estudios de mercado», de los que espera disponer en unas semanas, con el fin de determinar la viabilidad de esta iniciativa.

Respecto a los trámites administrativos, el máximo responsable de Grupo Machín reconoció que en los últimos meses el tema «no se ha movido», aunque comentó que hace aproximadamente tres meses mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento de Jaca para seguir avanzando las gestiones pendientes.

No obstante, tras el reciente cambio de gobierno municipal, que hasta ahora ostentaba el PSOE, el empresario mostró su intención de reunirse próximamente con el nuevo alcalde, el popular Víctor Barrio, para abordar este asunto.

Y mientras, sigue sin hacerse efectivo el cambio de propiedad del complejo, que continúa deteriorándose. Cabe recordar que en 2007 se suscribió una opción de compra con el obispado de Jaca que no tenía fecha límite.

En junio de 2008, Machín y Juan Forcén, consejero delegado de Plaza 14, presentaron públicamente su proyecto junto a Ramón Collado, el arquitecto redactor del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del seminario. Este documento contempla la creación de 166 unidades de hospedaje. De ellas, 142 se ubican en el edificio conciliar.

En la planta baja, habrá un bar-restaurante, una zona de estar y una sala polivalente para conferencias, congresos para unas 200 personas o fiestas con una capacidad de hasta 250 invitados. En esa misma planta se preveía abrir un restaurante.

Otras 24 suites de 80 metros cuadrados se emplazarían en un nuevo edificio anexo, acristalado y con seis plantas. La zona baja acogería un restaurante, espá con su gimnasio, piscina interior y exterior y galería comercial. También se prevé un parquin de 292 plazas.

Un edificio catalogado

Y mientras tanto, el edificio, que funcionó como instituto hasta hace 17 años, sigue deteriorándose. Está catalogado como un inmueble de interés cultural representante de la arquitectura aragonesa de grandes volúmenes con una fábrica de ladrillos caravista combinados con piedra.