PATRIMONIO

La fachada de la iglesia de Torres del Obispo se restaura gracias a un vecino

Un descendiente de la localidad ha aportado 7.000 ? y anima a que otros colaboren.

Los trabajos que se realizan estos días consisten en repicar la fachada para retirar el enlucido de cal.
La fachada de la iglesia de Torres del Obispo se restaura gracias a un vecino
A. G.

El mecenazgo de un vecino de la localidad, Antonio Marro, ha permitido iniciar estos días los trabajos de rehabilitación de la fachada principal de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Torres del Obispo.


«Me hacía ilusión dejar una cosa bien hecha y hablando con el cura y los responsables de la restauración les dije que ponía 7.000 euros a su disposición para empezar los obras; me dijeron que había suficiente y la cosa comenzó a rodar», comenta este anciano desde Barcelona a la vez que se interesa por cómo avanzan los trabajos.


«Espero que esta iniciativa anime a otros vecinos para que apoyen económicamente el resto de la restauración pendiente», abunda Marro comentando que, descendiente como es de Casa Portal, edificio vecino del templo, «quedará una cosa bonita con la fachada saneada y limpia».


Los trabajos ahora en marcha consisten en el repique del muro para retirar un enlucido de cal tintada en color asalmonado que ha preservado la sillería desde hace más de 200 años pero que en la actualidad presentaba numerosos desconchones y faltas.


Una vez limpia del revoco la pared -y dependiendo de un dictamen de los técnicos en patrimonio que tomarán en cuenta las características y el estado de la piedra sillar del muro- se decidirá si se vuelve a aplicar una nueva capa de cal o se deja la piedra cara vista, opción que va ganando enteros a tenor de la buena calidad de la sillería que va apareciendo y su relativamente buen estado de conservación.


Estos trabajos continúan los llevados a cabo hace unas semanas merced a la aportación económica de la Asociación de Amigos, Residentes y Vecinos de Torres del Obispo, que supusieron la sustitución del antiguo tejadillo de uralita sobre la portada del templo por otro nuevo de teja árabe que armoniza con los materiales utilizados en el resto de este edificio de origen románico con posteriores reformas a lo largo de los siglos XVI y XVII.


El tejadillo protege la bella fachada plateresca de la iglesia, uno de los conjuntos escultóricos de época renacentista más singulares en la comarca de Ribagorza.