PUENTE DE MAYO

Siétamo se sumerge en el Medievo

Miles de personas han disfrutado este fin de semana del Mercado Medieval de esta localidad, un certamen que cierra su III edición y que cada año conquista a mas público.

El Mercado Medieval estuvo animado todo el fin de semana. En la imagen, ayer por la mañana.
Siétamo se sumerge en el Medievo
RAFAEL GOBANTES

El arte de la cetrería, los malabares de un equilibrista, la destreza de los luthiers, los paseos en burro o dromedario por esta población de la Hoya, la habilidad de tejer cestos de mimbre, el degustar un auténtico te marroquí o unas sabrosas rosquillas caseras son algunos de los atractivos con los que el Mercado Medieval de Siétamo ha conseguido atraer a miles y miles de personas durante este puente del 1 de mayo. Aunque fueron, según la organización, el torneo de justas celebrado la tarde del domingo el que más público congregó.


«Ha sido un éxito rotundo todos los días. Cada año viene más público», aseguró Ángel Barrabés, director de Acción Calle Producciones Teatrales, empresa organizadora de esta tercera edición. «La gente está encantada -dijo- y seguro que repetiremos el año próximo». Aunque no pudo dar cifras totales de la gente que durante los últimos tres días han pasado por el Mercado Medieval de Siétamo, sí señaló que habían sido miles. «El domingo por la tarde era casi imposible aparcar el coche» y añadió que él calculaba que fueron unas 3.000 personas las que acudieron a las justas (combate a caballo y con lanza) celebradas esa tarde.


Pero no fue la única demostración medieval. Durante todo el fin de semana, en la plaza, un maestro de la cetrería mostraba sus halcones. También ha habido luthiers y artesanos del mimbre, talleres que completaban un gran mercado en el que han participado, en esta tercera edición, un total de 41 puestos, incluidas dos tabernas en las que refrescarse tras un paseo por las calles de Siétamo entre marroquinería, chocolates artesanos llegados de Madrid, panes de centeno, quesos extremeños o embutidos catalanes. Y como no, también había bisuterías varias o puestos en los que los juguetes artesanos eran los protagonistas.