AEROPUERTO HUESCA-PIRINEOS

El vuelo a vela espera una solución porque es «incompatible» con los aviones comerciales

El Ministerio de Fomento admite que hay que buscar un nuevo emplazamiento para el vuelo sin motor. La opción es Bolea.

El cese de la actividad de Top Fly y Pyrenair ha recordado a los políticos la existencia del Aeroclub Nimbus de vuelo a vela, citado ahora para engrosar la lista de actividades que todavía se desarrollan en las instalaciones del aeropuerto Huesca-Pirineos como el vuelo desde Londres de Aramón o el uso de la Guardia Civil. Sin embargo, nadie menciona que existe un informe de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, que asegura que el vuelo sin motor «no es compatible» con el resto de la actividad aérea de las instalaciones.


El plan director define que el aeropuerto tiene que dar cabida tanto al vuelo sin motor como a la actividad comercial, tal y como también recoge este informe de octubre de 2008 en el que se dan hasta quince razones por las que no es posible. De hecho, se reconoce que la construcción del aeropuerto no se ha hecho bien y que esto ha afectado a la actividad histórica que se practica desde 1931. También se apunta que ha habido varios incidentes en los últimos años, que hay obstáculos para los veleros de cierta envergadura y que las pistas no son adecuadas porque hay un cruce.


De hecho, AESA concluye con que «se recomienda que se pongan todos los medios necesarios a fin de facilitar la actividad de vuelo sin motor en otro lugar», también para evitar las reclamaciones judiciales. Es por ello por lo que el Aeroclub Nimbus ha solicitado la construcción de un aeródromo en Bolea, para el que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la Sotonera, la Diputación Provincial de Huesca y el compromiso del secretario de Estado de Transportes para la financiación.


Para Luis Ferreira, presidente de la Comisión Técnica Nacional de Vuelo a Vela y miembro del club Nimbus, «puede resultar chocante la necesidad de construir otro aeródromo, pero no debemos olvidar que nosotros somos los primeros perjudicados por el error de Aena». Pero también apunta que llevan 5 años intentando hacerse un hueco en el aeródromo, mientras «se nos ha ignorado y nunca se ha atendido al vuelo a vela como una actividad singular de la aviación». Es más, «no sería justo hacernos permanecer en un aeropuerto mal construido para que mientras se trabaje en lograr un uso más adecuado. Y si se consigue, ¿otra vez al rincón?», se pregunta. Por ello, apuesta por la solución de Bolea.