Obearagón 29-28 Cangas

Un equipo con duende

Álex Álvarez resolvió el partido contra el Cangas en la última jugada del partido.

Ilia Sladic, en la imagen, marcó cuatro tantos seguidos que sostuvieron al Obearagón en el partido contra el Cangas.
Un equipo con duende
JAVIER BLASCO

Obearagón Huesca abatió ayer al Cangas, rival directo en la lucha por estar el próximo año en la Asobal y no pierde comba por llegar a la elite. Gano un partido duro, difícil. Y lo hizo tirando de duende. Tan solo quedaban 40 segundos para acabar cuando Nolasco pidió tiempo muerto, ideó una última jugada y el central Álex Álvarez resolvió. No era lo planeado. Pero los buenos jugadores tienen permiso para todo. Para jugársela. Para decidir. Para hacer del Palacio de los Deportes una fiesta. El central cántabro vio un hueco en la pétrea defensa gallega y sentenció. No hubo tiempo para más. Cangas se diluyó. Fue una cruel derrota, pero el deporte es así. No entiende de justicias a corto plazo.


Pero hasta ese 29-28 final se sufrió mucho. Lo previsto cuando se cruzan dos buenas escuadras con el objetivo de ganar. Obearagón saltó como siempre, con su defensa 3:2:1 frente a un Cangas que pronto dejó su 6:0 para ajustar un 5:1 durisimo. Había igualdad absoluta. Karleusa,_Eijo, Serafín Pousada y Rosales imponían sus kilos y sus centímetros ante un Obearagón capaz de lo mejor y de lo peor. Faltaba constancia en el juego hasta que llegó el arreón cuando tan solo restaban cinco minutos y la pareja arbitral excluyó dos minutos a Nelson. Obearagón se fue de tres y con la sensación de que administrando la ventaja el partido no se podía ir.


Craso error. Cangas volvió a la pista como un ciclón. Apretó más si cabe atrás, Obearagón se ofuscó en la circulación del balón en ataque y perdió algunos bolas que propiciaron contras letales del Cangas. El central David García y Pablo_Sánchez hacían mucho daño. Nolasco seguía moviendo a sus chicos para buscar la forma de ganar el partido. En 8 minutos de la continuación, un parcial de 2-6 permitía a los gallegos dominar en el electrónico. Eran los peores minutos del equipo de Nolasco. Cangas llegaba a dominar el marcador con tres tantos arriba (17-20. Obearagón viajaba al borde del precipicio, con serio riesgo de despeñarse.


El equipo de Nolasco echó el frenó, modulo su juego y equiparó la garra defensiva a la que ofrecía Cangas. Y el resultado fue perfecto. Dos robos de bola propiciaron sendas contras. La primera la culminó Ibai Cano demostrando que el zaragozano, una vez más, es un seguro de vida en casi todas las acciones. La otra concluyó con la exclusión de un jugador del Cangas al frenar de forma irregular una contra de Grau._El siete metros lo transformó Álvarez. Obearagón volvía a estar allí. Y Cangas se difuminaba.


A poco más de diez minutos del final, el equipo altoaragonés conseguía dar la vuelta al marcador._El 23-22 llegó con una contra firmada por Bartolomé. El pivote se cruzó la pista, llegó a los seis metros y aplastó la bola en la red de Santana. Acciones como la del vasco explican el secreto de este equipo que no es otro que el que todos los jugadores «van a muerte», tal como lo definió Nolasco al término del encuentro.


El partido se ganó porque Obearagón tiene una plantilla de guerreros, con indudables gotas de calidad._Si Esteban no está fino en el avanzado se cambia por Ancizu y luego vuelve Esteban, que Sladic se atasca entra Grau y viceversa._Así, en todos los puestos. Así partido tras partido._Así victoria tras victoria. Y ahora, a por el Teucro.