HUESCA

La Policía refuerza la vigilancia como respuesta a las últimas agresiones en el Tubo

El comisario Antonio Placer insiste en que son episodios «aislados» y en que no se han detectado bandas violentas ni grupos xenófobos.

Siete detenidos de entre 18 y 43 años de edad -cuatro de ellos enviados a prisión- y otras cuatro personas hospitalizadas por diversas agresiones causadas con botellas, palos, puños americanos o navajas. Este es el balance de los tres episodios de violencia ocurridos en las zonas de bares de Huesca en menos de una semana, dos de ellos relacionados con robos. La Policía Nacional insistió ayer en calificarlos como «incidentes aislados», pero aun así desde la comisaría oscense ya han dado instrucciones a los agentes para reforzar la vigilancia en el Tubo durante los próximos fines de semana y evitar así que se repitan hechos similares.


Así lo confirmó ayer el comisario jefe provincial de Huesca, Antonio Placer, quien coincidió con la opinión expresada la semana pasada por los propietarios de bares del Tubo en que «no existe una especial conflictividad» en las zonas de ocio nocturno de la ciudad. En este sentido, subrayó que los datos de que disponen de las tres últimas agresiones no permiten concluir que esté habiendo un brote específico de violencia, «sino que se debe más a una coincidencia de hechos aislados que se han repetido en el tiempo».


No obstante, Placer también reconoció que no pueden atribuir la sucesión de agresiones a la mera causalidad únicamente y por ello anunció que «vamos a poner en marcha un dispositivo específico antiviolencia para reforzar la vigilancia los fines de semana en las horas en que se suelen producir más este tipo de hechos para prevenirlos en la medida de lo posible y también para poder reaccionar y actuar lo antes posible si se produce algún altercado».


El comisario jefe también hizo hincapié en que estos incidentes no deben generar alarma social y, en este sentido, recordó que en las tres agresiones no se han visto implicados grandes grupos de personas con características violentas. A este respecto, también quiso lanzar un mensaje de tranquilidad asegurando que hasta ahora la Policía Nacional no ha detectado en la ciudad de Huesca la presencia de bandas juveniles violentas ni de grupos xenófobos, por ejemplo, que sí suelen causar en otras ciudades graves problemas de orden público al verse implicados en riñas tumultuarias.


Por último, el comisario jefe recordó que, en colaboración con la Policía Local, los agentes de la comisaría ya realizan todos los fines de semana controles de vehículos para decomisar sustancias estupefacientes pero también objetos contundentes y peligrosos que pueden ser utilizados como armas y que luego son merecedores de una multa económica por parte de la Subdelegación del Gobierno en Huesca, en la mayoría de casos de 300 euros. «A veces la gente que recibe estas sanciones dice que nos excedemos por retirar navajas de la calle, pero la verdad es que se evitan hechos que pueden tener consecuencias graves», destacó Antonio Placer.

La Policía Local, más atenta

Mientras, el Ayuntamiento de Huesca tampoco es ajeno a los últimos incidentes ocurridos en el Tubo y por ello la Policía Local también va a reforzar los servicios de vigilancia preventivos. Amalia Asó, concejal de Seguridad Ciudadana, afirmó ayer que este último fin de semana los agentes ya han estado «especialmente atentos» al ambiente en las zonas de bares de la ciudad para evitar que se repitieran los altercados y que este refuerzo policial continuará también durante los próximos fines de semana.

Aso coincidió con el comisario de la Policía Nacional en que las últimas agresiones han sido «hechos aislados» y en que los tres sucesos, además, fueron completamente distintos entre sí. «Afortunadamente, que una persona saque una navaja para apuñalar a otra es algo que no suele ocurrir casi nunca en Huesca», destacó.

La concejal de Seguridad Ciudadana, por último, aprovechó para recordar, especialmente a los jóvenes, que lo más prudente cuando alguien se ve envuelto en una pelea o una riña es avisar de inmediato a la Policía Local o Nacional, «y no esperar a solucionar el altercado entre los amigos porque entonces sí que puede ocurrir algo grave».