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Tarde para la enmienda

El Huesca cierra la primera vuelta ante el Albacete de Calderón, con la idea de resarcirse de la floja imagen ofrecida en Pucela.

Onésimo atendió a los medios con el buen humor y el discurso sano que le caracteriza.
Tarde para la enmienda
JAVIER BLASCO

Despacito y con buena letra. Sin prisa pero sin pausa. El Huesca avanza en la Liga con las dificultades que supone ser el peor artillero de la categoría. A pesar de esa merma y los empates que de ella se derivan, el equipo asoma la cabeza por encima del descenso. Hoy echa al cierre a la primera vuelta. Si gana al Albacete (18.00) alcanzará el ecuador del campeonato con 25 puntos. Con el doble es de esperar que logre la permanencia cuando esto acabe.


Todos los partidos son importantes por algo. A todos se les puede encontrar un significado. Este viene revestido porque implica cubrir la mitad del camino, un buen momento para analizar lo que se ha hecho y en qué condiciones se está de afrontar lo que resta. Otro aliciente está en ver cómo reacciona el equipo tras la imagen algo desaliñada que ofreció en Valladolid, donde perder entraba dentro de los cálculos, pero no tanto esa actitud algo pasiva en ciertos momentos. El choque también se ve marcado por el regreso de Antonio Calderón, el técnico de las dos primeras temporadas en Segunda.


El Albacete aterriza con otra cara. Ha incorporado futbolistas y vencido en tres de sus últimos cuatro compromisos. De hecho, Calderón estaba cuestionado antes del partido con el que cerraban 2010 en Soria, pero le ganaron al Numancia ((0-1) y a la vuelta del parón navideño hicieron lo propio con el Córdoba (1-0) y el Tenerife (0-1). Esa reacción ha minimizado el traspiés del pasado fin de semana, cuando cedieron en el Carlos Belmonte (0-1) en favor del Nástic de Oliva.


En el Huesca no ha dado tiempo a que cuajen las novedades invernales. Rigo llegó hace tres semanas pero según se ve aún no tiene el ritmo de competición necesario. Y Toni Rodríguez acaba de hacer acto de presencia. El jugador cedido por el Celta, a quien se atribuyen unas condiciones en la media punta que no tiene ningún otro futbolista del plantel azulgrana, apenas lleva dos entrenamientos con el grupo. Es fácil que ni siquiera entre en la convocatoria que hoy dará Onésimo, conociendo el manejo de la dinámica de vestuario que gasta el pucelano. Y si lo hace, habrá que interpretarlo como un mensaje de que este futbolista va a gozar de peso específico. O un recado para otros espabilen y den lo que de ellos se espera.


Así las cosas, no parece que vayamos a asistir a una revolución en el once de esta tarde. Todo lo más, Gilvan recuperará la titularidad en lugar de Jokin. Habrá que ver qué ocurre con Corona, al que Javi Guerra dejó en evidencia la semana pasada en los dos goles del Valladolid. Podría suplirle Helguera y Sorribas entrar en el centro del campo. O podría tener cabida Ochoa, formando pareja en la retaguardia con Echaide. En cualquier caso, son más retoques que cambios estructurales de gran calado.


Solo son tres puntos, pero parece que haya algo más en juego. Credibilidad en torno a un equipo que, aún habiendo crecido, no se despega de la zona peligrosa. Capacidad de reacción del bloque, tras perder en Pucela sin dejarse el alma igual que otras veces. También es el primero de los tres partidos en casa que aguardan en el próximo mes. Un buen arranque invitaría al optimismo.


Se espera que el frío no impida una buena entrada y eso que la televisión autonómica retransmite el encuentro. El club ha intentado captar el ánimo de los aficionados ofreciendo entradas para este partido y el de la Ponferradina por veinte euros para la zona de Gol Sur, que habitualmente queda muy desierta. Los ingredientes están ahí, solo falta que el Huesca sea capaz de ensamblarlos con la mejor versión de su fútbol pasional y de entrega infinita.