Tercer Milenio

En colaboración con ITA

BALONMANO

Y de repente... victoria

El Obearagón se sobrepuso a un mal partido y a un pésimo arbitraje y sacó adelante su encuentro contra un buen Torrelavega.

Emilio Esteban salva la oposición del extremo Miguel Martínez y se dispone a pasar el balón.
Y de repente... victoria
JAVIER BLASCO

Hay partidos que se definen en una frase y ayer la soltó el presidente del BM Huesca, Pachi Giné, al término del encuentro contra el Torrelavega: “Si hemos sido capaces de ganar este partido, podemos ganar cualquiera”. Y es que lo que ayer se vivió en el Palacio de los Deportes fue de alta tensión. El Obearagón saltó a la pista y se ofuscó. Los cántabros son una buena escuadra, con jugadores de una inmensa calidad, y su técnico supo atar en corto el ataque del Obearagón y agujerear su defensa. El equipo de Nolasco se sobrepuso a ocho goles de diferencia, a un arbitraje calamitoso -sinceramente, Bohigas y Castañer no tuvieron su tarde- y a los errores propios, porque ayer, los de Nolasco no estuvieron finos.


La seguridad defensiva de otras ocasiones desapareció, las contras se corrían pero no se finalizaban, se marraron siete metros y Tcaciuc-Fernando González formaban un formidable muro que condenaba al Obearagón a finalizar por los extremos haciendo protagonista del partido al portero foráneo Adolfo Gómez.


Nolasco paró el partido con un 3-8 en el electrónico y más de quince minutos consumidos. Obearagón no encontraba la brújula y al descanso se fue con un preocupante 9-13. El regreso fue otro. Empató a 20 en el minuto 46 e Ibai Cano -impresionante ayer- puso la primera diferencia a favor en el 47. Obearagón consiguió dar la vuelta al marcador gracias a que la calidad que atesora este equipo es incuestionable, a que hay una abrumadora confianza a sobreponerse cuando las cosas se tuercen, a que Nolasco y_Efrén removieron el bloque y a que jugadores que en otros partidos no son tan básicos escribieron una bella página de balonmano. Javier Ancizu estuvo inmenso, tanto en el adelantado como de cara a la portería rival. En la segunda parte firmó 5 tantos y metió una garra que apoquinó en ciertos momentos al Torrelavega.


Así las cosas, con una grada soliviantada con la pareja arbitral y a muerte con su equipo faltaba la gota de heroicidad. Y hubo dos. La primera cuando el equipo aguantó un parcial de 0-0 con una doble exclusión y la segunda la propició Julio Rodríguez -otro gran partido del catalán- cuando se lastimó en su codo derecho al golpearse con un poste, fue atendido y regresó a la portería para completar el trabajo y solidificar la victoria.


Los diez últimos minutos fueron de viva tensión. Torrelavega, que había viajado todo el partido con importantes diferencias en el electrónico se resistía a morir. Obearagón aguantó y Sladic con dos últimos goles terminó por meter dos puntos más en el saco de un Obearagón líder y que cerrará la primera vuelta el próximo sábado contra el Bidasoa. Pilotes ganó al Barcelona (26-24) por lo que el duelo sigue.