NUENO

Una gasolinera de la autovía A-23 sufre dos robos de cobre en apenas 24 horas

El primer suceso causó daños en los aparatos eléctricos, lo que ha supuesto molestias y pérdidas en el negocio.

Los ladrones levantaron los registros y simplemente tiraron del cable para llevarse el cobre.
Una gasolinera de la autovía A-23 sufre dos robos de cobre en apenas 24 horas
JAVIER BLASCO

La estación de servicio San Juan Bosco, ubicada en el desvío hacia Arascués y Nueno de la A-23, 'despertó' la mañana de Navidad completamente a oscuras y con todos los aparatos eléctricos estropeados. Para su sorpresa, sus responsables descubrieron que la causa de este 'apagón' no había sido un fallo de suministro, sino el robo del cable de cobre de su tendido eléctrico, perpetrado en Nochebuena, cuando el establecimiento estaba cerrado.

Esta gasolinera se une a la larga lista de empresas y particulares de la provincia de Huesca que en los últimos meses han sufrido robos de este preciado metal que se vende en el 'mercado negro' a un precio de unos 5 euros por kilo, lo que le convierte en un apetecible botín para muchos delincuentes. El caso más llamativo se produjo el verano pasado cuando una operación de la Guardia Civil en Fraga llevó a la detención de 14 personas por sustraer material por valor de unos 4 millones de euros.

Según explicó ayer Antonio Alegre, encargado de la gasolinera, los hechos se produjeron en la madrugada del día 25. Al parecer, los ladrones levantaron varios registros y tiraron del cable del tendido eléctrico subterráneo que abastece a la estación de servicio para arrancar más de cien metros de cobre. "Cortaron a la altura del contador y a partir de allí tiraron del cable", señaló.

A la mañana siguiente, los empleados llegaron a la gasolinera y vieron que no había suministro eléctrico y, además, que todos los aparatos se habían estropeado. Al principio creyeron que había sido provocado por una avería "porque nadie imaginaba que nos habían cortado el cable de la luz y se lo habían llevado".

Los responsables de la estación contactaron de urgencia con un electricista que instaló un cable provisional para que al menos pudieran seguir sirviendo combustible en uno de los días de más tráfico de la temporada de invierno ya que la gasolinera está ubicada cerca del puerto de Monrepós.

El día 26 lo volvieron a sustraer

Aún con el susto en el cuerpo, los responsables de la gasolinera comprobaron la mañana del día 26 que "se habían vuelto a llevar el cable que nos habían puesto para salir del paso estos días".

El primer robo provocó a su vez una subida de tensión que dañó todos los aparatos eléctricos (neveras, ordenadores, terminales de cobro por tarjeta de crédito...), lo que ha supuesto pérdidas económicas para el negocio y algunas molestias para los clientes "porque desde el sábado solo hemos podido cobrar con uno de los tarjeteros ya que el otro que teníamos se estropeó".

De momento no tienen una valoración de los daños económicos que les han supuesto estos dos robos. "La compañía de seguros pasará mañana -por hoy- a peritarlo y entonces lo sabremos", señaló el encargado de la gasolinera.

Antonio Alegre reconoció que Navidad "fue un día para olvidar" y aunque aseguró que es la primera vez que sufren un asalto de estas características, "tal y como está la situación, igual no es el último", auguró. Por ello, pidió a las Fuerzas de Seguridad que se incremente la vigilancia en la zona para evitar en lo posible que se repitan robos de este tipo.