transporte urbano

Huesca congela otro año las tarifas de los taxis, que han perdido un 50% de clientes por la crisis

El gremio registra en Navidad los días de mayor actividad del año "aunque a partir del día 1 se acaba la alegría".

Un cliente se dispone a subirse a un taxi en la parada de la estación Intermodal de Huesca.
Huesca congela otro año las tarifas de los taxis, que han perdido un 50% de clientes por la crisis
JAVIER BLASCO

Los oscenses que a partir del 1 de enero tengan que coger un taxi no notarán apenas diferencia en el precio ya que el Ayuntamiento de Huesca y el departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón han aprobado una congelación de las tarifas del servicio por segundo año consecutivo.

El gremio, que había solicitado una subida del 2,7% para compensar el encarecimiento de los precios de la gasolina y la pérdida de clientes, se tendrá que conformar con aplicar una subida del 1,8% al precio por kilómetro, lo que supondrá un incremento de un céntimo en la tarifa común. Mientras, tanto la bajada de bandera como la hora de espera se mantendrán en 2,11 y 12,35 euros, respectivamente. Tampoco aumentarán los suplementos por maleta transportada (0,23 céntimos) ni por recogida de viajeros a domicilio (0,52).

La comisión de precios de la DGA aprobó esta semana la misma propuesta que le había trasladado el Ayuntamiento, que en septiembre acordó por unanimidad congelar las tarifas a excepción del precio por kilómetro recorrido, donde sí admitió un incremento del IPC interanual vigente entonces (1,8%).

La concejal de Hacienda, Carmen Cáceres, explicó que "todos los grupos estuvimos de acuerdo en que la propia situación económica que estamos viviendo no aconsejaba aprobar un incremento de las tarifas y solo se ha atendido un aumento del kilometraje porque ha subido la gasolina".

Pedro Ferrero, presidente de la Asociación Gremial de Auto-Taxis y Gran Turismo de Huesca, lamenta que ni el consistorio oscense ni el Gobierno aragonés hayan atendido la subida de tarifas que habían solicitado "porque es el segundo año consecutivo que no las tocan". Así las cosas, la capital oscense seguirá siendo una de las más baratas para coger un taxi. "En la tarifa nocturna estamos muy por debajo de la media de otras ciudades", asegura.

El gremio confiaba en que se autorizara al menos una pequeña subida para paliar la disminución de clientes que están sufriendo por la crisis económica. En este sentido, Pedro Ferrero calcula que en lo que va de año se ha registrado un descenso de viajeros de en torno al 50%.

La Navidad, por suerte, es la época con mayor actividad para los taxistas, además de las fiestas de San Lorenzo, "porque estos días se mueve más la gente". No obstante, Ferrero subraya que este período de 'vacas gordas' tan solo dura un par de semanas. "A partir del día 1 de enero se acaba toda la alegría", afirma el presidente de los taxistas de Huesca.

De hecho, la complicada situación económica y la pérdida de clientes está haciendo que los taxistas estén haciendo muchas más horas de trabajo. "Hay muchos sábados con doce o trece coches en la parada porque la gente ahora sale a trabajar cuando sea, mientras que hace dos años la gente ponía el grito en el cielo porque no había coches", manifiesta el presidente del gremio.

El aumento de los controles de alcoholemia ha animado a muchos oscenses a dejar el coche en casa los fines de semanas para evitar sustos. El gremio del taxi ha notado también las consecuencias de esta reducción de tráfico aunque muy ligeramente "porque en Huesca no hay distancias y muy poca gente coge el taxi si sale a cenar dentro de la ciudad".

"Enero y febrero serán negros"

Con todo, ni la disminución de servicios ni el aumento del precio del carburante están poniendo en peligro la continuidad de las licencias que hay en servicio en la ciudad de Huesca. "De hecho, todavía se van vendiendo y comprando algunas porque, dentro de lo que hay ahora mismo disponible en el mercado, es un trabajo más o menos bueno y llevadero", recalca Pedro Ferrero, quien recuerda que en los últimos 20 años se ha mantenido el mismo número de licencias (50) "porque si se incrementaran, nos tendríamos que quedar unos cuantos en casa". "Aun así ya veremos en enero y febrero porque parece que van a ser un poco negros", augura.