Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

ATLETISMO

15 kilómetros o no hay regalo

Los 178 deportistas cubrieron el recorrido con buen humor. Uno de ellos tuvo que terminarla para poder recibir su regalo de boda.

Rafa tuvo que correr para garantizar que tendrá regalo de bodas.
15 kilómetros o no hay regalo
R. G.

La carrera navideña se consolida en Huesca. No hay afán competitivo. No hay vencedores ni vencidos. Ni pistoletazo de salida ni una cinta que romper al entrar en meta. Son casi 200 amantes del deporte que se juntan para trotar 15 kilómetros. Y en medio de un encuentro simpático siempre ha de haber una historia amable. En este caso un reto, porque uno de los participantes, Rafael, se vio obligado a cubrir todo el recorrido si quería optar al regalo de boda de sus amigos, alguno de los cuales vigiló al susodicho desde el primer kilómetro para que no hubiera escaqueo.Y Rafael cumplió escrupulosamente con su cometido. Le iban varios miles de euros en el envite "porque es el regalo de quince amigos, que se han puesto de acuerdo para hacerme sufrir antes de dármelo". Y es que ahí no acababa el desafío para este recién casado, al que además de hacerle correr una distancia tan respetable, ahora debe completar 1.500 kilómetros en bicicleta estática. El último escollo será superar un circuito de habilidad con patines. ¿Se habría casado si llega a saberlo?

Fue la anécdota más sobresaliente de una estupenda mañana, con el sol y el cielo azul firmando una bonita estampa, tres grados de temperatura (para qué más) y, afortunadamente, poco viento que helase las orejas.

Desde que en 1979 el veterano José Armisén y un grupo de amigos bautizara esta iniciativa de manera informal, aquello que empezó siendo una reunión de simpatizantes del deporte ha ido creciendo hasta adquirir un rango que anuncia mayor progresión.

Se cumplen todos los rituales: instantes antes de empezar a trotar, los atletas concentrados en el camping de San Jorge protagonizan un conteo al pasar de uno en uno bajo la vigilancia de los organizadores, a quienes habría que llamar mentores para ser más fieles al espíritu de una cita que pretende "desengrasar" entre la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Saludable propósito.

Así, hasta 178 deportistas se personaron en la edición número 31 de esta fiesta. Seguro que algún rezagado de última hora, no contabilizado, se unió al grupo en los primeros metros.

Fuente del Ibón, carretera de Huerrios, Banariés y Cuarte son las referencias en los kilómetros iniciales, que suelen hacerse a un ritmo tranquilo, donde quepa la charla y la risa para dar rienda suelta a tanta adrenalina.

El reagrupamiento se produce en el convento de las Teresas, para acceder a Huesca por la carretera de Zaragoza. Ya en el casco urbano se llega hasta la Plaza de Navarra y los Porches de Galicia, para después enfilar el Coso Alto ya de vuelta al punto de salida.

Almuerzo, camaradería, puesta en común de sensaciones diversas y a emplazarse para la siguiente cita, que será la San Silvestre del día 31, a las cinco de la tarde. Corredores Oscenses, Club Atletismo Huesca y Fundación Alcoraz rescatan otra tradición para despedir el año como es debido.