SUSTO EN HUESCA

Un pequeño incendio en la cocina del Lillas Pastia obligó a cerrar el restaurante

El comedor reabre hoy tras la necesaria limpieza por los trabajos de extinción, que causaron gran revuelo.

Los bomberos accedieron por la escala hasta la chimenea del Lillas, en el Casino de Huesca.
Un pequeño incendio en la cocina del Lillas Pastia obligó a cerrar el restaurante
ANA IPAS

Un pequeño incendio que se registró ayer alrededor de las 13.30 en la cocina del restaurante La Taberna del Lillas Pastia de Huesca obligó a cerrar durante todo el día el establecimiento para efectuar las necesarias tareas de limpieza. Pese a que no hubo que lamentar daños personales, el suceso causó cierta alarma en el centro de la ciudad al producirse en las instalaciones del Casino de Huesca, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.


El fuego, que se sofocó en pocos minutos, alcanzó exclusivamente a la campana extractora y en ningún momento se vio afectado el resto del edificio. El incendió se inició cuando el aceite que se estaba calentando en uno de los fuegos saltó y provocó una llamarada que alcanzó a la campana extractora. Inmediatamente, el personal que se encontraba en la cocina alertó al parque de bomberos al tiempo que atajaban el fuego con un extintor. Así, cuando llegaron los servicios de emergencia, precedidos de efectivos de la Policía Local, el fuego ya estaba "bastante controlado", según apuntó José Luis Rivas, jefe del parque de bomberos de Huesca.


"Solo había un problema muy localizado en la campana, que se ha resuelto enseguida. Lo que ha ocurrido es algo muy habitual tanto en restaurantes como en domicilios . Solo ha sido un susto", añadió.


Sin embargo, la intervención fue bastante llamativa ya que los bomberos tuvieron que ascender por una gran escalera hasta la parte superior de la torreta posterior del edificio del Casino, situada en la calle de San José de Calasanz, donde está instalada la chimenea de la cocina del Lillas Pastia, uno de los restaurantes de prestigio de la ciudad. A ello se sumó también la expectación de tratarse de un edificio histórico de estilo modernista, muy frecuentado por personas mayores. Los bomberos revisaron todas las instalaciones y comprobaron que no había afecciones de ningún tipo. El único problema lo sufrió el propio restaurante, que se vio obligado a cerrar ayer durante todo el día y a cancelar las reservas.


Los 16 clientes que iban a comer fueron remitidos a otros establecimientos, mientras que a otros 7 que tenían mesa para cenar se le avisó con tiempo suficiente para que tuvieron la posibilidad de elegir libremente. El restaurante recupera hoy su normalidad, una vez que ayer se realizaron labores de limpieza exhaustiva para eliminar, sobre todo, los restos del polvillo del extintor. La campana extractora funcionaba tras el incendio, según el jefe de bomberos.


"Hemos tenido suerte y solo ha sido un susto", dijo ayer Carmelo Bosque, chef del Lillas Pastia. Lamentó las molestias ocasionadas y aseguró que hoy se reabre con entera normalidad. De cara al fin de semana el restaurante cuenta con reservas para 570 personas, muchas de ellas comidas o cenas de Navidad de empresas o grupos, que se mantienen vigentes.


Finca para banquetes


Bosque comentó que de cara al próximo año, el Lillas Pastia ofrecerá muchas novedades a sus clientes. Por otra parte, anunció que también en 2011 abrirá una finca de banquetes 'El Turrullón' en la localidad de Gurrea de Gállego, a 38 kilómetros de con capacidad para 600 personas.