Obearagón

Aranda, territorio hostil

El Obearagón se enfrenta ante uno de los rivales con la afición más poderosa de la Liga.

Esteban finaliza una jugada contra el Teucro en el Palacio de los Deportes.
Aranda, territorio hostil
RAFAEL GOBANTES

En Aranda, el balonmano es pasión, y el rival es el enemigo a batir. Se trata de una de las pistas más difíciles de la División de Honor. Ganar allí da galones. El público presiona hasta la extenuación. Nunca se cansa y mantener la cabeza fría para rivales y árbitros es difícil. El BM Huesca nunca ha ganado allí. Ni como Forcusa ni como Obearagón. Y Aranda es la próxima parada del equipo de Nolasco que, por cierto, tampoco ha salido con los dos puntos en juego de estas tierras castellanas. Él ha estado en tres ocasiones. El BM Huesca, en seis.

"El público de Aranda entiende de balonmano", recalca Francisco Nolasco, técnico del Obearagón, quien no esconde que salir victorioso del Príncipe de Asturias tiene que ser una sensación especial por todo lo que envuelve a los partidos que se disputan en esa pista. Llegar igualados al final puede ser letal.

Con capacidad para 2.800 personas, las gradas del pabellón están muy cerca de la pista y suelen acomodarse en ellas por encima de las 1.500 personas. Y cuando la visita uno de los grandes de la Liga y el Obearagón, hoy por hoy, lo es, la presión se redobla. Además, el club ha catalogado el partido como 'Día de ayuda al club'. Lo que faltaba para elevar la tensión. "La sensación es que el público está muy cerca de la pista. En los momentos complicados animan aún mucho más y eso genera una presión que en un momento determinado la notas mucho. Por eso es un equipo muy fuerte en su casa", señala Nolasco.

Es un partido donde los veteranos tienen que sacar su casta. Los Bartolomé, Ibai Cano, Álvarez, Julio Rodríguez están llamados a controlar esas emociones que se dan contra un rival que cuenta con esa formidable afición de parapeto. Preparar un partido así no es fácil. Lo mejor es generar "situaciones de estrés", indica Nolasco. Y eso se consigue con intensificar la competición, saber que el jugador no puede fallar. "La verdad es que es bastante complicado recrear ese tipo de situaciones. En otros momentos he intentado hacerlo poniendo música a todo volumen... pero es muy difícil. Lo único que veo es que el jugador, en los entrenamientos, viva situaciones límite y esto es lo que intentamos hacer en esta semana", explica Nolasco.

Pero con independencia de lo que ocurra en las gradas, Nolasco tiene claro que el principal peligro estará sobre la pista. El balonmano que despliega el equipo de Iñaki Aniz atesora cierta calidad. Es su segundo año como responsable del banquillo y eso da mayor poso a un equipo que conserva la estructura de la temporada anterior en un equipo que tiene en el pivote Cibulskis, el lateral derecho Kraucevicius, el central Diego Camino, el ex CAI Aragón Cristian Postigo a sus jugadores con más calidad. En relación al bloque del año pasado, el equipo castellano es más fuerte y en la tabla ocupa la séptima plaza, con cuatro victorias, tres derrotas y un empate.

Por lo que respecta al equipo de Nolasco, todos los jugadores se encuentran entrenando a plenitud.

En Aranda, la visita del Obearagón se ve con respecto. En su página web destaca que para tener opciones ante "un potente equipo" como el oscense, "nuestras bazas deben ser el orden, atacar con serenidad, no perder balones fáciles que propicien sus contraataques, cerrar la conexión central-pivote y marcar el ritmo de partido que más nos interese en cada momento". Con nombre propio destacan el trabajo en el avanzado de Esteban, la conexión Álvarez-Bartolomé y la eficacia de los extremos Salinas y Ancizu.