JOSÉ ORTAS

"Hemos crecido mientras otros pierden corredores"

El gerente de la Fundación Alcoraz, que organiza esta carrera, realiza un balance satisfactorio de la segunda edición, y apunta como fundamental la opinión de los atletas para seguir mejorando y pulir fallos.

Algunos de los participantes en el medio maratón, a su paso por los Porches de Galicia.
"Hemos crecido mientras otros pierden corredores"
RAFAEL GOBANTES

En el ámbito musical, el primer disco es un salto al vacío. Si hay un segundo, se suele decir que es el de la confirmación. Y el tercero, el de la madurez. Trasplantado este planteamiento al atletismo, el restaurado medio maratón "Ciudad de Huesca" se confirmó el domingo como una fecha importante para el calendario regional. Si el año pasado, aun con prisas, se sacó adelante con muy buena nota, es posible prever que la prueba se ha adentrado en una fase de crecimiento sostenido. Limitaciones presupuestarias frente a buena voluntad y mucho trabajo. Un circuito urbano, céntrico, con aroma de clásico, que gusta mucho y es asequible. Y el aval de más de medio millar de deportistas.


La calculadora de la Fundación Alcoraz, alma de esta propuesta, ha hecho más cuentas que la del Tío Gilito para cuadrar los alrededor de 10.000 euros con que se contaba. Detrás, un ejército de colaboradores con los Corredores Oscenses, el Club Atletismo Huesca y las instituciones. Más de uno hacía notar en la jornada del domingo el incalculable valor de todos ellos. El gerente de la Fundación, Josete Ortas -que debió de sudar más que vencedor, Javier Mariño-, afirmaba tras destemplar nervios que "el balance es bueno. Hemos subido la inscripción con respecto al año pasado en un veinte o treinta por ciento, y eso es para estar contentos. Nos conformábamos con los 420 de entonces y fueron 532. Además, el buen tiempo acompañó".


Más allá, el homenaje que se convirtió en respaldo de figuras consagradas como Eliseo Martín, María José Pueyo y el entrenador Fernando García Herbera, "Phondy". En sus dos primeras ediciones, el 'Ciudad de Huesca' ha contado con el innegable peso de los corredores anónimos, aunque en esta ocasión se había ampliado la paleta de dorsales con posibilidades serias de disputarse la victoria. "Para mover una carrera de estas características, hacen falta por lo menos 150 voluntarios, sin contar a la Policía Local. Sin ellos, resultaría imposible realizarlo. La cooperación es otra de las claves", sintetizaba Ortas.


La idea del organización es la de mantener la fecha de la segunda quincena de octubre. "Estas no son unas malas fechas -señalaba el gerente-. Parte del éxito en la participación reside en que el Maratón de Zaragoza es muy pronto -dentro de tres semanas- y muchas gente viene aquí a prepararse. En esta segunda edición hemos vuelto a tener suerte con el tiempo, pero puede suceder que haya lluvia".


Mirando al futuro, Josete Ortas se guía en buena medida por la opinión experta de los que han corrido los 21 kilómetros y 97 metros. Son los mejores termómetros, la cuerda de la que tirar para la supervivencia de la prueba. Así lo cree: "Hay pequeños detalles. Este año hemos cambiado una parte del circuito y se ha ayudado a los corredores. La gente nos ha dicho que el trazado ahora es mejor. Introducimos fruta... Se trata de seguir los consejos de la gente y corregir lo que no les parezca bien".


Con ese aumento de unas 130 personas de un año para otro, el 'Ciudad de Huesca' de 2011 podría seguir sumando o estabilizarse. La organización no hace predicciones: "Todas las pruebas de este tipo han tenido una participación menor y, sin embargo, nosotros hemos crecido. Ahora mismo, firmaría tener otros 550. Las pruebas populares funcionan mucho por el boca a boca, así que si la gente habla bien de la prueba, subirá la participación, y si baja es porque algo ha salido mal".