Horizontes despejados

Los lesionados apuran plazos para intentar llegar al partido del Xerez.

Jon Echaide confía en la reacción del Huesca.
Horizontes despejados
RAFAEL GOBANTES

Con el paréntesis obligatorio del Trofeo Carlos Lapetra, celebrado ayer por la noche en La Romareda, la plantilla de la Sociedad Deportiva Huesca mira con esperanza a Jerez de la Frontera. De la frontera entre este mal comienzo y la llegada de las primeras victorias, es de esperar. El Xerez aguarda el domingo (17.00, Gol TV y Canal + Liga) y presenta como principal mérito, además del carácter de descendido de Primera, cuatro victorias seguidas y un estado de euforia que contrarrestar.

Una de las maneras de hacerlo que puede encontrar el conjunto azulgrana es la suma de efectivos. Con la lupa sobre los futbolistas con problemas físicos -Molinero, Sastre, Sorribas y Corona- se puede ser optimista a diferentes niveles. Con Moli aún no; aunque ayer tocó balón ayudado por el fisioterapeuta Toñín Laguarta, aún no se ha incorporado a la dinámica del grupo ni viajó a La Romareda. Parece imposible su reaparición en Chapín. Tampoco lo hicieron los otros tres futbolistas, que sí trabajaron con sus compañeros durante la primera parte de la mañana y de los que puede afirmarse que caminan hacia la posibilidad de entrar en la convocatoria de Chapín. Siempre, con la misma prudencia con la que se quedaron fuera del triangular. Sus rostros animados de ayer pueden utilizarse como emblema para sacar adelante la situación.

Además, Sastre, Molinero y Corona han sido sagrados para Onésimo salvo caso de fuerza mayor del mismo modo que Cabrero, Helguera, Camacho, Gilvan, Roberto y, más recientemente, Echaide. El defensa cedido por Osasuna pertenece a una de las líneas discutidas, si bien afirmaba con madurez que "no me siento señalado, y sí responsable. Todos tenemos que hacerlo. Los goles que hacemos y recibimos son parte de todo el equipo. No hay que señalar a alguien en concreto. Todos tenemos que mejorar".

La explicación de este flojo inicio es, en su opinión, "difícil." "Hay que seguir en la línea. Entramos bien en los partidos y hacemos 70 minutos buenos. Fallamos en los detalles y todo se nos pone en contra. Pueden ser despistes y hay que estar más centrados, asimilar mejor las cosas", continuaba.

Con dos entrenamientos y el viaje a Jerez por delante, Echaide deja atrás unas críticas "lógicas", por otra parte. "Confío en este equipo, y todos los demás también -reflexionó-. Eso nos hace importantes y vamos a sacar esto adelante. La preocupación es normal porque no sacamos los partidos adelante y eso va limando. Esto es un camino largo y nosotros nos levantamos cuando recibimos golpes. Si no te levantas, te quedas abajo". Y en Chapín, el boxeador quiere ser el Huesca.