COMARCA DEL SOMONTANO

El salinar milenario de Rolda de Naval cumple diez años como balneario

El denominado 'mar muerto' del Somontano ofrece baños terapéuticos y relajantes en sus piscinas y pozas al aire libre y comida casera para completar la jornada.

Varias personas disfrutan mientras flotan y se relajan en una de las cinco pozas que hay en el salinar de Naval.
El salinar milenario de Rolda de Naval cumple diez años como balneario
JOSé LUIS PANO

La sensación de flotar en piscinas de agua natural salada y experimentar los beneficiosos efectos terapéuticos que tiene la sal sobre cuerpo y mente en plena naturaleza están al alcance de cualquier persona en la villa de Naval.

La localidad del Somontano, frontera con la comarca del Sobrarbe, ha convertido su principal seña de identidad y patrimonial, sus milenarias salinas, en un balneario al aire libre que ejerce como dinamizador turístico y que es su mejor carta de presentación.

Cada año miles de visitantes, aragoneses en su mayoría, pero también procedentes de otras comunidades vecinas y del extranjero, acuden a disfrutar de los efectos relajantes y tonificantes que tienen los baños salados en las piscinas y pozas rehabilitadas y transformadas en un lugar alternativo a la playa, piscinas o ríos y embalses para sofocar el calor, disfrutar de una jornada de ocio al aire libre, hacer turismo o sentir los beneficios de la sal en nuestro organismo.

Este año se ha ampliado la zona con un nuevo espacio para que los bañistas puedan tumbarse al sol o la sombra, bajo un nuevo toldo, ante la afluencia de visitantes experimentada durante estos veranos atrás. Quedan pendientes nuevos arreglos como el acondicionamiento del acceso para permitir que los autobuses puedan llegar hasta las instalaciones sin problemas. Poco a poco se van haciendo actuaciones para convertir el salinar de Rolda en una zona de ocio y en un lugar terapéutico que quiere evolucionar sin perder su encanto original y su integración en el medio rural.

Desde que abrió sus puertas este verano, numerosos visitantes, muchos asiduos de otros años, se han bañado en el 'mar Muerto del Somontano' y han experimentado un verano más los efectos exfoliantes y relajantes de sus aguas. La comparación no es baladí puesto que las aguas del salinar de Rolda de Naval tienen mayor concentración salina que las del mar Muerto.

Los baños en las salinas de Naval ofrecen varios beneficios a los usuarios. Quizás el más inmediato es la sensación de bienestar, relajación y eliminación del mal del siglo XXI, el estrés. Asimismo a Naval acuden personas con reuma, problemas en la piel como la psoriasis o el acné juvenil o en los huesos, traumatismos, etcétera.

El precio por pasar una jornada en el Salinar de Rolda es de 5 euros, cantidad que da derecho a bañarse en las cinco piscinas habilitadas, más una para los más pequeños, y a conocer cómo se extraía la sal de forma tradicional. El origen del recinto hay que buscarlo en un salinar de montaña de 2.000 años de antigüedad que ha sabido adaptarse a los usos de los nuevos tiempos y se ha convertido en un centro de talasoterapia.

Cierre el 15 de septiembre

La temporada se inició a mediados de junio y finalizará el 15 de septiembre. El 'boca a boca' de la gente que acude hace años a Naval ha cuajado y son muchos los que verano tras verano contemplan al salinar como una opción para pasar uno o varios días disfrutando de sus baños salados, del solarium o del restaurante con comida casera, practicar senderismo, así como de todos los atractivos que ofrece esta villa alfarera y sus alrededores.

Mario, vecino de Huesca, conoció el salinar "hace dos años por recomendación de un amigo" y este verano ha hecho una escapada con su cuadrilla. "Es algo único. Estás en un ambiente totalmente distinto a un río o una piscina, y la paz y sensación de relajación es total", explicó. Su amigo Antonio ha caído rendido a los encantos del salinar. "No lo conocía y eso que he vivido en Barbastro. La sensación de flotar y bañarte rodeado de la naturaleza viendo las aves y la sierra me encanta y seguro que repetiré algún fin de semana más", indicó.

María es una adepta al salinar de Naval desde hace unos años. Acude a las instalaciones desde Cataluña, donde reside, para pasar una temporada de vacaciones junto con su familia. "Siempre vengo porque, además, los niños están en un ambiente extraordinario y se lo pasan muy bien". Este es uno de los motivos por los cuales a María le encanta la zona.

María Carmen, la cocinera y responsable del restaurante, se mostró satisfecha por el trabajo que se genera a diario, donde triunfa el cordero de Naval como plato estrella. "De momento sí que vemos movimiento. Estamos trabajando y esperemos que el balance de visitantes de este año sea tan bueno como el pasado", apuntó.

El año pasado, más de 12.000 personas pasaron por el salinar de Naval durante el verano.