Una decena de hortelanos del Somontano, Los Monegros y Chodes (Zaragoza) mostraron sus mejores piezas, las más exóticas, majestuosas y curiosas en la X Muestra de Frutas y Hortalizas celebrada ayer en la plaza del Mercado de Barbastro.

La Muestra coincidió con el tradicional mercado de frutas y verduras de cada sábado, lo que contribuyó a que la plaza del Mercado fuera un hervidero de gente durante toda la mañana. Esta cita ha ido ganando aceptación y vistosidad en los últimos años, como lo demuestra la aparición por primera vez de un puesto de calabazas de hortelanos de Los Monegros. La majestuosidad de sus piezas, como una gigante calabaza pera, la selecta muestra de las 140 variedades de calabazas que cultivan y su producto estrella, las calabazas decoradas, le valieron al monegrino Carlos Callén el premio al conjunto de mesa original.

Este hortelano se mostraba satisfecho por su primera participación en este certamen y garantizó su presencia el año que viene, sobre todo porque se quedó con las ganas de poder mostrar su pieza estrella, una espectacular calabaza de 250 kilos cuya fotografía exhibía con orgullo ante todos los curiosos. "No hemos podido encontrar un remolque para traerla; si no, aquí estaría", explicó. De haber estado presente en Barbastro, a buen seguro que hubiera sido la pieza ganadora. Pero ese honor recayó en unos clásicos de este certamen, los hermanos Larrosa, hortelanos del Entremuro que presentaron una calabaza de 90 kilos de peso, primer premio a la pieza más espléndida, y que ya ha sido adquirida por una panadería de Barbastro para hacer el típico postre, el pastillo.

El segundo galardón fue para un melón de 7 kilos de Vicente Rueda y el tercero, para las moras de Rosario Solorzano. Además, se entregó un accésit a Gregorio Margalejo por su pimiento verde.

En cuanto a la categoría de pieza más original, el primer premio fue para Chodes gracias a las patatas azules de Ángeles Gracia, quien además llevó un accésit por su serpiente vegetal. Ángeles, junto a su compañero Antonio, posee un huerto que trabaja a la antigua usanza, sin usar productos químicos para su cultivo. Su presencia en Barbastro es apreciada por todos los hortelanos y curiosos del lugar, que acuden para admirar sus exóticos productos llegados de varios países y llevarse las semillas de sus tomates bananas o sus calabacines pepinos, entre otros. "Recogemos semillas de todo el mundo y las enviamos a diferentes países porque hay mucho transgénico y en los países pobres no pueden cultivar de un año para otro. En esta muestra pretendemos que las semillas vayan de un lado para otro libremente", señaló.

El segundo premio de esta categoría fue para el tomate de pimiento de Isabel Blázquez y el tercero, para los garbanzos de Gregorio Margalejo.

En la categoría de piezas autóctonas, el primer premio se lo llevó la ristra de ajos de Rosario Solorzano; el segundo, el tomate de colgar de Joaquín Castillón y el tercero, las calabazas de Radiqué de los hermanos Sierra.

El mejor tomate rosa fue el de los hermanos Larrosa y el segundo, el de Rosario Solorzano.

El concejal de Medio Ambiente y Desarrollo, Jesús Lobera, anunció que darán "mayor realce" a la próxima edición de la muestra.