ANTONIO CALDERÓN

El partido de toda su vida

El técnico azulgrana considera que el de Balaídos es el choque más importante de su carrera como entrenador, a la vez que se muestra convencido de que los suyos responderán y salvarán la categoría.

Antonio Calderón, durante una de sus últimas comparecencias en la sala de prensa del Alcoraz
El partido de toda su vida
JAVIER BLASCO

"¿El partido más importante de mi carrera? Por supuesto". Antonio Calderón tiene claro que sus dos años como técnico del Huesca cobrarán sentido si se mantiene la categoría en Balaídos. La final del final obliga a ganar a los azulgrana; un gol haría apagar los transistores. Y se abriría la ventana a la planificación del nuevo curso con los deberes hechos. Ya se hablará de continuidades y salidas. De momento, hay que analizar el hoy.


"Ha sido nuestro último entrenamiento y es el más importante del año porque mañana (por hoy) nos jugamos nuestras posibilidades de seguir en la categoría. Para evitar cualquier problemas, lo mejor es ganar. Ya hablamos con los jugadores la semana pasada y la idea era ganar los dos partidos para depender de nosotros mismos y conseguirlo", señalaba el preparador.


Había concluido el entrenamiento de ayer por la mañana a puerta cerrada en A Madroa, la ciudad deportiva del Celta, y hoy "se tiene que notar que queremos seguir en Segunda. El grupo está mentalizado, muy tranquilo y responsabilizado. Motivados y con muchas ganas. No pasa por ninguna cabeza el fallar aquí". Y que nadie esté nervioso, que lo del final del domingo pasado en El Alcoraz no fue una celebración anticipada de la permanencia.


"Entiendo la euforia -añadió-, y los jugadores también, después de ganar al Cádiz porque fue un choque muy complicado, de perder sabíamos que sería muy difícil salvarse. Pero aún no hemos logrado la permanencia. Que no se equivoque nadie; ni los aficionados, ni los jugadores ni nosotros podemos pensar que por haber derrotado al Cádiz lo hemos logrado. Podría ocurrir que ambos bajáramos. Hay que olvidarse del partido pasado y jugarle al Cádiz como lo que es, una final". Claro y meridiano.


A estas alturas, a Calderón no le preocupa el Celta, ni de los maletines, sino el Huesca. "Del rival se puede hablar mucho, pero cuando salen a jugar se olvidan de todo y son profesionales. Además, tienen una buena plantilla. Estamos muy centrados en que los nuestras sepan lo que han de hacer. Evidentemente, nos estamos jugando mucho más que ellos", concluyó.


Eusebio, descontento

Eusebio Sacristán, en su penúltima rueda de prensa como entrenador celtista, lamentó que se haya hecho pública la lista de bajas antes del final de liga: "Lo mejor sería esperar dos días más porque eso nos permitiría tener a los jugadores anímicamente mucho mejor". Eso sí, quiere despedirse con victoria y, para terminar, se le cuestionó por la posibilidad de que entrene al Huesca el próximo curso: "Quedo libre y a partir de mañana (por hoy) empezaré a valorar las ofertas", señaló.