SD. HUESCA

Abarrotado

El Alcoraz se llenará en el trascendental encuentro del domingo ante el Cádiz. A primera hora de ayer se agotaron las localidades.

Venta de entradas para el Huesca-Cádiz
Abarrotado
R. GOBANTES

El partido de todos los partidos, contra el Cádiz y por la permanencia, presentará un Alcoraz repleto. A primera hora de la mañana de ayer se agotaron las localidades en venta anticipada y no habrá papel en lo que resta de semana ni, por supuesto, el propio domingo (18.00, Aragón TV). Ya no hay espacio para aquellos que se lo habían pensado, y los socios han acabado con las existencias de entradas en menos de dos días. Un ritmo supersónico apoyado en la oferta lanzada por el Huesca de boletos a cinco y diez euros. Cada abonado tenía derecho a tres; el lunes por la tarde se despacharon 500, el martes a última hora tan solo restaban 150 y estas volaron en minutos. Pasadas las 10.00 se colgaba el cartel de "no hay billetes".


Al tiempo que engordaba la asignación de asientos en General, Goles, Preferencia o Tribuna, cundía la seguridad de que los alrededor de 3.600 socios tampoco se quedarán en sus casas. Ni a pesar de que la televisión autonómica emita el duelo en directo. Más de 5.000 almas apoyarán a los azulgrana en busca de tres puntos que dejen la salvación 'al dente'. Será, al fin, la primera vez que el Alcoraz se complete esta campaña, como ya ha sucedido en otras citas del Huesca con su propia historia. La urgencia de un partido tras el que ya no hay marcha a tras, a todo o nada, y unos precios asumibles han hecho desaparecer las localidades en un tiempo récord.


Además, y con el habitual y comprensible argumento de lo reducido y limitado del aforo, la presencia de aficionados cadista será anecdótica. El club oscense remitió a los amarillos 88 localidades y admite como innegociable el envío de más papel, a pesar de la protesta, oficial y en los medios, de esta entidad. En los foros bulle el descontento de sus aficionados, que incluso señalan que acudirán a la capital oscense sin entradas. Todo por su "Cai". Su presencia no será comparable a la de otras hinchadas rivales que han acudido al estadio en los últimos años, como las de Córdoba, Palencia, Zaragoza o Real Sociedad. Será un día memorable con más color azul y grana que nunca.


Se tratará del segundo lleno de la campaña y de la categoría de plata. Ya se consiguió en febrero con la visita de la Real; la diferencia, que entonces estuvieron presentes casi un millar de 'txuri urdin' y ahora los forasteros serán una amplia minoría. La pasada campaña se instalaron gradas supletorias ante los guipuzcoanos y en el derbi con el Real Zaragoza, si bien esa circunstancia provocó la paradoja de que no se vendiese todo el papel disponible.


El campo oscense, todavía sin una fecha de caducidad, ha dejado atrás en los últimos años esos tiempos en los que imperaban el cemento y los asientos vacíos. El salto a Segunda y, antes, el crecimiento del proyecto comenzado en el verano de 2006 congregaron a una parroquia fiel en los momentos fundamentales. El primero de ellos, en el "play off" de ascenso que midió al Huesca con Palencia y Córdoba; al año siguiente, con el Écija, y en la categoría de plata, con una mayor media de espectadores.


La visita del Palencia propició un lleno como no se había visto en mucho tiempo, con más de 500 seguidores de los castellano-leoneses. Una cita que sirvió de preparación para la que un par de semanas más tarde propiciaría otro lleno, con 5.500 entradas vendidas en cinco días y el Gol Sur poblado de hinchas blanquiverdes. Los boletos para la Real también desaparecieron en tres días. Esta vez, han volado más rápido: 1.500 entradas en apenas nueve horas.