EDUCACIÓN

Almunia lamenta que el plante a la Escuela 2.0 "trunque las expectativas de los alumnos"

La secretaria de Estado de Educación responde a la decisión de los institutos Ramón y Cajal y Pirámide.

Eva Almunia, en el centro, junto a la consejera Broto y las premiadas en el concurso de bibliotecas escolares.
Almunia lamenta que el plante a la Escuela 2.0 "trunque las expectativas de los alumnos"
J. D.

Huesca. "Los alumnos que van a estudiar en el IES Ramón y Cajal y en el Pirámide son niños que durante dos años han trabajado en el proyecto Pizarras Digitales, algo que no se puede truncar en el instituto". Así de contundente se mostró ayer la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, sobre el plante de estos dos centros de la capital altoaragonesa al programa Escuela 2.0 que conlleva la digitalización de las aulas con diversas herramientas como cañones audiovisuales, pantallas digitales, ordenadores para los profesores y un miniportátil para cada uno de los alumnos.

La secretaria de Estado, que realizó estas declaraciones durante su visita a Fraga para la entrega de los premios nacionales de bibliotecas escolares, fue más allá y relató que ella quiere pensar que la decisión la han tomado "por el bien de la alumnos porque no comprendería que lo hicieran por otras cuestiones como las condiciones laborales u otras cosas".

No obstante Eva Almunia, impulsora de estos programas de digitalización de las aulas en la Comunidad, quiso hacer también una llamada a la reflexión y pidió a los docentes que piensen "sobre todo en los niños que van a recibir el próximo año" ya que llevan varios años con estos programas que considera necesarios "para que sean jóvenes con competencias propias del siglo XXI".

Fue el IES Ramón y Cajal el primero en plantar a Educación la pasada semana. El jueves, a última hora, los hizo el IES Pirámide. Y aunque este último no quiso desvelar los motivos de su decisión, el primero sí lo hizo en una carta que envió tanto a la dirección provincial de Educación como a varios centros educativos de la provincia. En ella expusieron razones de procedimiento, puesto que consideran que el centro es tan solo un mero ratificador de la decisión adoptada por la consejería. También alegaron motivos de austeridad, solidaridad y oportunidad, ya que se niegan "moralmente" y "con la que está cayendo" a una inversión como la que se prevé en el programa y que tan solo en el primer año supondría 50.000 euros, así como que los ordenadores no llegaran a los programas con alumnos más desfavorecidos. También expresaron argumentos educativos y pedagógicos ya que entienden que las aulas digitales no son una necesidad y que hay otras carencias más inmediatas "como la pintura de las paredes que se cae a trozos, las goteras de las aulas o la urgente necesidad de incrementar los recursos humanos".

No obstante, la secretaria de Estado incidió ayer en Fraga que el programa Escuela 2.0 también conlleva "mejorar las instalaciones más de lo que hasta disponen, porque se necesita para el desarrollo del programa".

Fue precisamente Eva Almunia, como consejera de Educación en Aragón, quien impulsó los programas de digitalización de las aulas. Huesca, por ahora la única provincia en la que se han plantado dos centros contra Escuela 2.0 fue en aquel entonces, 1994, pionera. El colegio de la localidad ribagorzana de Arén junto al turolense de Ariño fueron las dos primeras escuelas en las que se implantaron los ordenadores en las aulas como una herramienta más de aprendizaje para los niños de Primaria.