REGADÍOS

Los futuros regantes del plan de Monegros II denuncian el retraso que acumulan las obras

Temen que los recortes afecten a 13.000 hectáreas de Fraga, Ballobar y OntiñenaEl embalse de Valdepatao se adjudicó hace 7 meses y no se ha puesto la primera piedra.

El consejero Silva se reunió ayer con la junta de gobierno de Riegos del Alto Aragón.
Los futuros regantes del plan de Monegros II denuncian el retraso que acumulan las obras
JAVIER BLASCO

El plan de regadíos de Monegros II es un sueño para tres generaciones de agricultores de Fraga, Ballobar y Ontiñena, que ahora contemplan con temor cómo los recortes presupuestarios pueden demorar todavía más las esperadas obras que llevarán el agua hasta 13.000 hectáreas de fincas de secano.

Los representantes del colectivo de regantes expectantes han mostrado su malestar por el retraso que acumulan los proyectos, sobre todo los que dependen del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y al mismo tiempo están preocupados por cómo afectará la crisis a las obras pendientes. Un botón de muestra es el embalse de Valdepatao, una de las obras más importantes para extender la mancha de regadío. Pese a que se adjudicó en octubre de 2009, la construcción todavía no ha comenzado.

El malestar de los futuros regantes se puso de manifiesto en una reunión celebrada el pasado día 21 en Ontiñena por los representantes de la gestora de la comunidad de Ontiñena, Ballobar y Fraga, un colectivo que agrupa a un millar de agricultores de la primera fase de Monegros II, integrada por las tierras de los sectores VI, VII, XVIII, XIX, XX y XXI, que se regarán con aguas provenientes del tramo V del Canal de Monegros gracias a las nuevas infraestructuras de regadío.

En esa reunión se hizo patente "el malestar que existe entre los futuros regantes por el visible (y notable) retraso que se aprecia en la realización de determinadas obras, en especial las dependientes del Ministerio de Medio Ambiente", según un comunicado de prensa. A los retrasos de los últimos años se suman ahora "las consecuencias que pueden tener en las obras los recortes presupuestarios previstos en los próximos meses".

Entre las infraestructuras pendientes están las balsas laterales de la acequia de Ontiñena, el embalse de Valdepatao o el sifón de Cardiel. Las obras de Valdepatao, adjudicadas hace siete meses a la UTE formada por Sogeosa y Aragonesa de Hormigones Proyectados SL, todavía no han arrancado. A principios de este mes el ministerio contrató los servicios de control y vigilancia. En Valdepatao, con una capacidad de 5,7 hectómetros cúbicos, el ministerio tiene previsto invertir más de 15,5 millones de euros.

Los regantes aclaran que el retraso se produce en las obras principales, que dependen del Gobierno central, mientras que la DGA está cumpliendo con su parte: ha ejecutado la concentración parcelaria y están preparadas las redes de riego, los hidrantes y las estaciones de bombeo.

Un proyecto centenario

La gestora del colectivo de futuros regantes está formada por 15 miembros, cinco por cada pueblo, encargados de poner en marcha la comunidad de riegos. Uno de ellos es Ricardo Vilar, agricultor fragatino, que clamó por completar un regadío que se empezó hace cien años. "Unos han tenido la fortuna de disfrutarlo ya, mientras otros, los de la tierra baja, aún esperamos". Recordó que en 2005 ya debían estar las obras concluidas y ahora, en 2010, "ante las dificultades económicas, tememos un parón". En su opinión, invertir en regadío es riqueza, "son inversiones que benefician a todos".

Santos Sasot, miembro de la gestora en su condición de concejal de Ballobar, afirmó que la DGA "ha hecho los deberes: están las tuberías montadas, los caminos preparados..." y hay actuaciones que no puede continuar porque dependen de los grandes proyectos, como el embalse de Valdepatao o las balsas laterales de la acequia de Ontiñena. "Las obras avanzan despacio, muy despacio, y ahora tememos que con la crisis se paralice del todo".