DESALOJADAS TRES CASAS

Los afectados por el deslizamiento de la ladera en Boltaña no podrán volver a casa en 15 días

Es el tiempo estimado por los técnicos para los trabajos que garanticen la seguridad, aunque podrían alargarse.

Los afectados por el deslizamiento de la ladera en Boltaña no podrán volver a casa en 15 días
Los afectados por el deslizamiento de la ladera en Boltaña no podrán volver a casa en 15 días

Hormigoneras, palas excavadoras y demás maquinaria pesada, y más de una docena de operarios trabajaban ayer a pleno rendimiento en la travesía de Boltaña para tratar de estabilizar la ladera que cedió el viernes por la tarde, a causa de las obras que se están ejecutando en la carretera, y provocó el desalojo de tres casas y la interrupción del suministro eléctrico a 500 abonados del barrio Alto. La luz volvió a medianoche del viernes gracias a la instalación de un grupo electrógeno, pero los evacuados no podrán regresar a sus casas hasta dentro de al menos dos semanas.

Así lo determinaron los técnicos de la dirección de obra tras inspeccionar en la mañana de ayer la zona donde se produjo el corrimiento de tierras. Hasta Boltaña también se desplazó Antonio Ruspira, director general de Carreteras del Gobierno de Aragón, que promueve los trabajos en la travesía.

Una vez analizada la situación, calcularon que las labores para estabilizar los terrenos afectados por el desprendimiento, sobre unos cien metros de la vía, se prolongarán, "como máximo, por un período de 15 días", según informó ayer la DGA, que anunció que las obras de urgencia comenzarían hoy. No obstante, la misma tarde del viernes -el corrimiento se detectó sobre las 18.30- ya se iniciaron los trabajos para garantizar la seguridad, que prosiguieron hasta la madrugada y se retomaron a primera hora de ayer.

Cabe recordar que el incidente se produjo, según fuentes del Gobierno de Aragón, como consecuencia de la apertura de una zanja para construir un muro junto a la carretera con el fin de evitar precisamente algún desprendimiento. El corrimiento de tierras, en uno de los accesos al casco histórico de Boltaña, afectó a un centro de transformación de Endesa que abastece a todo el barrio Alto. Los vecinos explicaron que la torre se desplazó más de un metro de su ubicación original y quedó inclinada, por lo que los técnicos tendrán que estudiar ahora "cuál es el lugar idóneo para volver a instalarla, porque difícilmente podrá ser en el mismo sitio", indicaron desde la compañía. En todo caso, antes tendrán que hacer una valoración de los daños. Mientras, el grupo electrógeno seguirá dando servicio a los clientes, aunque más adelante podría adoptarse alguna otra solución provisional hasta que el transformador vuelva a funcionar.

El deslizamiento también obligó a desalojar por precaución tres casas situadas sobre la ladera, dos unifamiliares -una es segunda residencia- y un bloque con cinco viviendas, de las que solo una está habitada permanentemente por una joven pareja.

Los vecinos pudieron entrar ayer al mediodía para recoger algunos enseres, ya que en principio no podrán regresar en dos semanas, aunque en función de los estudios geotécnicos que habrá que realizar la situación podría alargarse más, según les comunicaron ayer los técnicos tras la visita. Uno de los desalojados, Alejandro Monjas, explicó que la evacuación se debió a la aparición de una grieta de más de 20 metros de longitud, uno de anchura y más de dos de profundidad en la pendiente sobre la que se asienta su casa, que en principio parece la más afectada. "Esta noche -por la del viernes-, la hemos pasado en un hotel, y tenemos que decidir dónde nos quedaremos estos días. La DGA ya nos ha dicho que pagará los gastos", comentó Monjas, que vive con su mujer, sus dos hijos y su suegra.

"Nos llevamos un gran susto"

Fueron ellos los que avisaron a los dueños del otro inmueble perjudicado, con los que les unen vínculos familiares. Viven en Barcelona y ayer a primera hora viajaron hasta Boltaña para conocer de primera mano la situación. "Nos llevamos un gran susto cuando nos llamaron y nos dijeron lo que pasaba, aunque ahora que hemos visto que en principio la casa no está dañada, nos hemos quedado un poco más tranquilos", reconocieron Tomás y Susana.

El deslizamiento también derribó parte de un muro de piedra, y además de la travesía se han cortado la calle que da acceso a las viviendas evacuadas. Seguirá cerrada mientras duren los trabajos de reparación.