AYUNTAMIENTO DE HUESCA

Un robot y una cámara permiten sacar raíces de hasta 4 metros del colector de Zavacequias

Las obras de renovación de la red de saneamiento en esta calle se han complicado por la acción de los chopos.

Sobre estas líneas, la zanja abierta en la travesía de Zavacequias. Al lado, una raíz de casi 4 metros hallada en el interior del colector.
Un robot y una cámara permiten sacar raíces de hasta 4 metros del colector de Zavacequias
JAVIER BLASCO

Huesca. Las obras que hace ocho meses empezaron en el pasaje de Zavacequias para renovar 233 metros de la tubería de saneamiento están a punto de culminar. Una vez construidas las nuevas aceras y la plantación de 39 árboles nada se notará, en la superficie, del complicado trabajo que allí se ha llevado a cabo. Eso sí, la reparación realizada bajo el suelo aguantará, por lo menos, 200 años, según dijo ayer el concejal del Ayuntamiento de Huesca Germán Sanromán, responsable del área de Servicios.

La empresa encargada de la renovación de la red empezó por esta calle porque sabía que los problemas allí existentes eran graves por la presencia de 25 grandes chopos cuyas raíces se habían hecho sitio a través de las tuberías. Ante la imposibilidad de demoler el conducto, fue necesario recurrir al uso de tecnología avanzada, un robot y una cámara de CCTV, para su inspección y reparación. Algunas raíces habían penetrado tanto que en determinados puntos casi inutilizaban la tubería. Una muestra es una raíz de casi 4 metros de altura que los técnicos enseñaron ayer.

Esta obra, con un presupuesto de 285.000 euros y que se financia con fondos europeos FEDER, se ha complicado sobremanera. Una vez abierta la zanja, se comprobó que sobre este colector discurrían conducciones de telefonía, televisión, gas y luz que en algunas partes del trazado estaban solapadas e incluso atrapadas por la prolongación de las raíces de los chopos. Los trabajos afectaban, además, a la tubería de la acequia de la Comunidad de Regantes de Arguis.

Demolición imposible

El director de la obra y técnico de Obearagon, la empresa adjudicataria, Fernando Ascaso, determinó que la mejor opción para actuar sobre el colector era la demolición de la tubería de la acequia y su posterior reposición, al mismo tiempo que se ejecutaba la nueva tubería de saneamiento. Se solicitó permiso a la Comunidad de Regantes, a quienes se garantizó que la nueva tubería estaría terminada antes del comienzo de la campaña de riego, el 1 de marzo. A principios de enero, se empezó a demoler la conducción de la acequia para llegar a colector.

Según explicó Ascaso, durante los primeros 33 metros no hubo problemas, pero a partir de ahí se observó que la tubería de la acequia y una tubería de telecomunicaciones estaba solapadas y que era necesario desviar esta ultima. El presupuesto y los plazos de dicha compañía para el desvío hicieron descartar la opción.

Tras desechar otras alternativas se decidió que la única forma de reparar el colector era el sistema de encamisado, revestimiento interior de la conducción con material plástico. Antes fue preciso limpiarlo, una labor que se hizo con el robot y en la que se tardó más tiempo del previsto porque eran muchas las raíces que habían entrado en el conducto.

El encamisado se hizo el 19 y 20 de abril y ahora se repondrá el pavimento de toda la acera y se instalarán sumideros para la lluvia que evitarán las escorrentías en esta travesía, en los edificios anexos y en las plazas adyacentes. Después de plantarán 39 perales en flor. Todo estará terminado a mediados de este mes.

La obra de Zavacequias forma parte de la primera fase de la renovación de la red de saneamiento de la ciudad. El proyecto, con un presupuesto de 1,3 millones de euros (con IVA) comprende las actuaciones realizadas en las calles de San Viator, Alcoraz, Ronda Agustinos, Cleriguech, travesía de Valdés y el nuevo paseo de la Muralla.

Sanromán informó de que uno de los punto más conflictivos se encontraba en el pasajede Zavacequias, donde desde hace años había problemas en garajes y locales por los chopos. El concejal reconoció que, además de las molestias provocadas a los vecinos, las complicaciones surgidas en este tramo de conducción han obligado a ajustar el presupuesto de forma que las obras previstas en la calle de Sancho Ramírez se han dejado para la segunda fase de la renovación de la red.