LA HOYA/MONEGROS

Grañén y Piracés viven sus fiestas en honor de los hombres y el tractor en una jornada soleada

Más de 500 personas se reunieron en la cena masculina, y unas 400 homenajearon a los vehículos Ebro.

Cánticos en Grañén.
Grañén y Piracés viven sus fiestas en honor de los hombres y el tractor en una jornada soleada
P. PUéRTOLAS

 El sol y la alegría fueron protagonistas de la Fiesta de Los Hombres de Grañén y de la del Tractor en Piracés. Si algo define a la primera es la unión existente. Así lo afirmó el párroco desde el altar y después, el presidente de la junta organizadora, Fortunato Oriol, al asegurar que se trata de una jornada vinculada a la armonía y a la convivencia. "Aquí no hay fiesta que logre alcanzar este ambiente, reunir a tanta gente y crear este clima de unión", afirmó.

No obstante, la mayor prueba de ello es el alto grado de participación que registraron los actos organizados. De hecho, un año más, la iglesia estuvo a rebosar, ya que nadie quiso perderse la actuación del coro masculino, que está formado por alrededor de 30 personas, y emocionó a los asistentes con la interpretación de distintas piezas, entre ellas, el himno de la celebración. Tras ello, la charanga condujo a los participantes al parque de San Julián, en el que se sirvieron alrededor de 500 huevos y 90 kilos de panceta, chorizo y longaniza. "Vengo todos los años, ya que es una forma de encontrarte con gente que no ves de forma habitual y además, pasar una jornada muy agradable", explicaba Jesús Castiella, residente en Huesca e hijo de la localidad.

Y es que, precisamente, la actividad permite el reencuentro de decenas de vecinos y visitantes. Tras el almuerzo, tuvo lugar la comida e, incluso, antes hubo sesión de disfraces y más de un vecino se vio sorprendido por un 'auténtico' control policial.

Por la noche, estaba previsto que alrededor de 500 personas disfrutaran de la cena y de forma posterior, de la actuación de la orquesta La Dama. La Fiesta de los Hombres, que alcanzó su decimoquinta edición, arrancó el viernes con una participativa ronda jotera.

Oda a los tractores Ebro

En Piracés, las altas temperaturas que registraba el termómetro atrajeron a casi el doble de vecinos que el año anterior a la Fiesta del Tractor, que cumplía ayer su cuarta edición. "Cada día es más popular el evento, que en esta ocasión reúne a cerca de 400 personas", apuntó uno de los organizadores, Jesús Sánchez, de la Asociación Amigos del Tractor.

Al evento, con 45 tractores Ebro, no faltaron los nostálgicos, que se reunían en torno a los vehículos Ebro, que se dejaron de fabricar en 1982. "Ahora hemos tenido que cambiar de marca, pero antes era mucho mejor", afirmó José Miguel Revuelta, un vecino de Valfonda de Santa Ana. Otros, más jóvenes, habían acudido a la localidad de la Hoya de Huesca con sus enseres agrícolas. Pero la niña bonita de la fiesta fue un tractor del año 1923 de color rojo y blanco, que había servido para labrar campos de Castejón de Monegros. "Y encima todavía funciona", añadió Sánchez. Los padres fotografiaron a sus hijos en él, aunque los pequeños ya habían paseado por la mañana en los tractores. Para la niña Rocío Oliva, de Novales, era su primera excursión en tractor, y parece que le había gustado.

Los mayores también disfrutaron con el almuerzo y la cena, cortesía de la fiesta, y con la actuación del malabarista Javier Masí, que dejó boquiabierto a más de uno con sus equilibrios con la azada. Por la noche, el rock inundó el salón social del pueblo con las notas de Los Lambreños, Los del Huerto y Moriarty y Calaña.