INFRAESTRUCTURAS

Las obras siguen sin empezar en el 30% de la autovía de Lérida-Huesca-Pamplona

Los problemas de las constructoras han paralizado tres tramos y la aparición de una sima ha retrasado otro más.

Obras en el entorno de Sabiñánigo, donde dos de los tramos se han paralizado
Las obras siguen sin empezar en el 30% de la autovía de Lérida-Huesca-Pamplona
JAVIER BROTO

Las obras de la autovía todavía no han empezado en el 30% del trazado de la vía desde Lérida, pasando por Huesca y Jaca, hasta Pamplona. Aún hay 67,4 kilómetros de los 232,5 que suma el recorrido completo en distintas fases previas a la construcción. Incluso hay tres tramos paralizados por problemas con las empresas adjudicatarias y un cuarto que acumula retrasos por la aparición de una sima.

 

Solo hay en servicio 34,5 kilómetros: el tramo de Huesca a Nueno, desde 2005; la variante de Monzón, que se estrenó en el verano de 2008; y la parte entre Ponzano y El Pueyo, que se abrió el pasado mes de enero. Esto supone el 14,7% del trazado total que enlaza las A-22 (Lérida-Huesca), A-23 (Huesca-Jaca) y A-21 (Jaca-Pamplona).

 

Los problemas surgidos por la suspensión de pagos de Teconsa, la empresa de las obras entre Tiermas y la provincia de Navarra (A-21), han provocado la parálisis de los trabajos, lo que suscitó hace diez días la indignación de la Comunidad Foral que terminará las obras en su territorio en 2011. Después se conoció la paralización del tramo Sabiñánigo (oeste)-Jaca (este) de la A-23, por la suspensión de pagos de Begar, una de las empresas contratistas de la UTE adjudicataria. Como también estaba ejecutando las obras entre el embalse de Jabarrella y Sabiñánigo (Sur), el problema en este tramo es el mismo, según la información facilitada por el Ministerio de Fomento.

 

Ya son tres los tramos paralizados por los problemas de las constructoras. A estas incidencias, hay que sumar el retraso en el tramo entre Velillas y Lascellas (A-23), por la aparición de una sima hace dos años. No obstante, Fomento dice que lo abrirá "a lo largo de 2010", aunque la previsión inicial es que se hiciera a principios de 2009, incluso antes que el siguiente tramo hasta El Pueyo que se puso en servicio en enero.

 

El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, aseguró el lunes que a finales de este año o principios de 2010 se pondrían muchos más kilómetros en servicio entre Lérida y Huesca. En principio se abrirán los 9,8 kilómetros desde la variante de Almacellas hasta el límite de la provincia de Huesca, y posiblemente los 4,2 kilómetros anteriores desde La Cerdera.

 

En la provincia de Huesca, con la apertura de la variante de Barbastro, de 10,6 kilómetros de distancia, se enlazaran los dos únicos tramos en servicio, por lo que se podrá circular por autovía desde Ponzano hasta pasado Monzón durante 33,4 kilómetros. Morlán apuntó la posibilidad de abrir entre Velillas y Ponzano, donde apareció una gran sima que ha obligado a modificar el proyecto, aunque se siguió trabajando en el resto de los 16 kilómetros.

 

No obstante, la autovía A-22 (Lérida-Huesca) es la parte más avanzada, donde hay 22,8 kilómetros en servicio de los 107, 5, que aumentarán con las aperturas anunciadas. El resto del trazado está en obras a excepción de la parte entre Huesca y Siétamo, de 13,2 kilómetros, cuyo proyecto todavía se encuentra en redacción.

 

Las obras están más retrasadas en la A-23 (Huesca-Jaca), que a excepción del recorrido hasta Nueno, ya no hay más partes abiertas. Los trabajos empiezan allí y siguen en los seis tramos hasta el embalse de Jabarrella, por lo que hay 34,4 kilómetros seguidos en los que se está trabajando. Allí está la zona de los túneles de Monrepós, donde hay cortes a la circulación de forma periódica. Sin embargo, en el embalse de Jabarrella hay un parón por el citado problema con la empresa que ejecutaba el último tramo hasta Jaca. En medio queda la zona entre Sabiñánigo (este)-Sabiñánigo (oeste), cuyo proyecto aún está en redacción.

 

En peor situación está la ejecución de la A-21 (Jaca-Pamplona). En Navarra, de los 48 kilómetros, 20 están inaugurados y el resto en obras, que está previsto que finalicen en 2011. Sin embargo, de los 57,5 kilómetros de la parte aragonesa no hay ninguno abierto, solo 19,8 están iniciados, y en los 4,3 últimos es donde se ha paralizado. Desde Fomento, la explicación es que la autovía va de abajo a arriba, de ahí que la A-22 sea la que está más avanzada. Elena Puértolas