Miles de peregrinos ensalzan al Santo Cristo en Huesca y a las familias en Torreciudad

El arzobispo de Burgos presidió la misa en el santuario y leyó un mensaje de Benedicto XVI

Miles de devotos abarrotaron la explanada de Torreciudad
Miles de peregrinos ensalzan al Santo Cristo en Huesca y a las familias en Torreciudad
HERALDO

La devoción al Santo Cristo de los Milagros y la Jornada Mariana de la Familia atrajeron ayer a miles de peregrinos a la Catedral de Huesca y al santuario de Torreciudad, respectivamente. Esta última fue especialmente multitudinaria, ya que participaron más de 15.000 fieles procedentes de distintos puntos de España y también del extranjero.


En Huesca, unos 1.500 devotos se dieron cita ya a primera hora de la mañana para honrar a la imagen del Santo Cristo de los Milagros -venerada desde que en 1497 sudó durante una procesión erradicando una terrible epidemia de peste que asolaba la ciudad- y presenciar el emocionante traslado desde su capilla hasta el altar mayor del templo, donde quedó expuesta durante toda la jornada.


La fiesta comenzó mucho antes para cientos de peregrinos llegados de más de 20 poblaciones de la Hoya de Huesca y Monegros. Uno de los más jóvenes, Vicente Benedet, de 31 años, explicó que “hemos salido de Siétamo a las 4.30, llevamos caminando más de tres horas, pero los jóvenes tenemos que luchar para que esta tradición no se pierda”. Otras, como Carmen Callizo, procedente de Chimillas, lleva más de 10 años participando en esta fiesta y confesó que “la devoción es la que te empuja a hacer el camino. Pienso venir hasta que las fuerzas me lo permitan”. Tras la misa, la Asociación de Vecinos del Casco Viejo repartió más de 500 raciones de chocolate y bizcochos para reponer fuerzas.


Mientras, en Torreciudad, el arzobispo de Burgos, Monseñor Francisco Gil Hellín, presidió una eucaristía en la que ensalzó a la familia como “el mayor tesoro de la humanidad” y leyó un mensaje enviado por Benedicto XVI en el que exhortó a los asistentes a dar “un incondicional sí a la vida”.


Tras la misa, en la que actuó el Coro de Padres de la Asociación Cantal (Zaragoza) acompañado por la organista titular del santuario, Maite Aranzábal, hubo varias actuaciones musicales con una tamborrada de los Bombollers de Cervera (Lérida), danzas típicas nicaragüenses, sevillanas, una interpretación de jóvenes barbastrenses con flautas y violines, magia. La jornada concluyó con un multitudinario rezo del Rosario.