HUESCA

El fiscal pide 48 años para 9 jóvenes por los disturbios del Tubo de 2006

Varios cientos de personas protestaron violentamente por adelantar el cierre de los bares

La Policía tuvo que cargar en varias ocasiones, como muestra esta imagen de un videoaficionado.
El fiscal pide 48 años para 9 jóvenes por los disturbios del Tubo de 2006
HERALDO

Nueve jóvenes de entre 21 y 31 años, sin antecedentes salvo uno, se enfrentarán en el Juzgado de lo Penal de Huesca a penas que suman 48 años y 9 meses de prisión por su presunta participación en los violentos disturbios ocurridos hace más de tres años en el Tubo de Huesca, en protesta por el nuevo horario de cierre de los bares y en los que resultaron heridos dos policías. El fiscal también pide una indemnización de 40.270 euros a favor del Ayuntamiento -se persona como acusación particular- por dañar el mobiliario (contenedores, papeleras, adoquines...).

 

En su escrito de acusación provisional, el fiscal tipifica los hechos como varios delitos de desórdenes públicos, atentado, resistencia grave y daños, además de dos faltas de respeto a los agentes y de lesiones. Las penas solicitadas rondan en la mayoría de los casos los 5 años de prisión, excepto uno de los acusados, C. G. P., de 23 años, que se enfrentará a 10 años y 6 meses.

Ladrillos, piedras y botellas

Según su relato de hechos, sobre las 4.00 de la madrugada del 10 de febrero de 2006, se concitaron en el Tubo varios cientos de personas para protestar por el adelanto de la hora de clausura de los bares. La muchedumbre empezó a increpar y a proferir insultos como "hijos de puta" o "asesinos" contra la Policía Local y Nacional, que estaban realizando labores preventivas en la calle de San Lorenzo.

 

Las agresiones se volvieron también físicas ya que la multitud empezó a lanzarles botellas, piedras y ladrillos, a destrozar mobiliario, a cruzar vehículos en la calzada y a acopiar adoquines y otros objetos, lo que obligó a los agentes a pedir refuerzos.

 

La Policía -relata el fiscal- requirió repetidamente a la muchedumbre a través de megafonía que depusiera su actitud pero al ver que hacía caso omiso, realizó varias cargas reglamentarias que lograron disolverla momentáneamente, aunque se volvió a congregar para continuar las agresiones físicas.

 

Los agentes detuvieron entonces a E. G. C., de 31 años, ya que, según el fiscal, "había permanecido en primera línea insultando, agitando a la multitud y arrojando objetos, además de dar patadas y puñetazos al ser inmovilizado". Minutos después, fue arrestado F. B. L. R., de 22 años, por su "activa participación en el tumulto lanzando objetos contundentes y menoscabando la integridad de los agentes".

Contenedores en llamas

Como consecuencia de ello, la multitud se dispersó pero se reunió otra vez para lanzar contenedores en llamas a los agentes. En respuesta a ello, hubo una nueva carga que llevó a la detención de J. M. C. P. y R. T. C., ambos de 27 años, por lanzar piedras, botellas y contenedores, "creando un gravísimo peligro para la vida de los policías, de los usuarios de las vías urbana y de las casas próximas".

 

Otros dos acusados, C. G. P. y D. C. B. S., ambos de 23 años, fueron detenidos tras propinar patadas y arrojar grandes piedras a un vehículo policial aparcado en la calle de Fatás (sus daños ascendieron a 2.400 euros). Aunque huyeron, fueron apresados en el Coso Alto y en la calle de Cleriguech, respectivamente. Según el fiscal, el primero de ellos, que dio una patada al agente que le arrestó, fue "uno de los principales agitadores".

 

Por su parte, A. P. L., de 23 años, fue arrestado por haber formado parte de la barricada "arengando a la masa para que no se dispersara y se agrupara en torno a él para hacer frente a la Policía". Además, lesionó a uno de los agentes que le detuvo. A. M. C., de 27 años, y J. C. C., de 21, también fueron detenidos por su "activa participación" en los disturbios con insultos y lanzamiento de objetos a los agentes.

La instrucción del caso ha estado llena de dificultades debido a la confusión que se generó aquella noche y de hecho no se ha podido identificar al autor o autores de los daños que sufrieron dos vehículos aparcados en la zona.